El día de Navidad cuando todavía estaba digiriendo el pantagruélico ritual navideño de todos los años, consulté mi email….

Allí estaba. A las 17 h. había recibido un email de eBay. Con una puntualidad casi dolorosa. Un email con un asunto de complicidad “25 de diciembre, uff, uff, uff…”. Lo abrí.

Si te regalan algo que no encaja contigo, cámbialo en eBay”, decía el email. Una salida digna a aquellos regalos inenarrables de esforzados familiares, cosechados cada Navidad.

Quizás por eso, cuando un voluntarioso cuñado me obsequió con una tarjeta de regalo iTunes para descargar música, y que algunos de los presentes en la reunión familiar todavía no entienden, respiré aliviado.

Aunque reconozco un punto de nostalgia recordando aquellos tiempos en los que se regalaban CDs y sus manoseadas carátulas de plástico, que a menudo sólo escuchábamos una ocasión.

Pero qué mejor solución que elegir tus canciones favoritas… Cuando tú quieres y como tú quieres. Sin el ticket de compra y todo a la medida. Máxima customización… ¿El signo de nuestros tiempos?

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