“El destino de muchos hombres ha dependido de que en su casa paterna haya habido o no una biblioteca” (Edmondo D’Amicis)

Leer a Francisco Mora, doctor en Medicina y Neurociencia y una de las voces autorizadas en materia de Fisiología Humana, es francamente agradable. Su obra denominada Neuroeducación y lectura: de la emoción a la comprensión de las palabras, nos proporciona un análisis reflexivo sobre las diferentes funciones cerebrales que conlleva el proceso central de la lectura, indicando las distintas áreas correspondientes del cerebro y sus respectivos circuitos neuronales.

Aunque hay secciones un poco densas y técnicas, escribe fácil y atrapa al lector. El libro tiene dos objetivos: Proporcionar al lector un conocimiento actualizado y, en la medida de lo posible, accesible sobre la lectura y el cerebro. El segundo es introducir los fundamentos neurobiológicos básicos del papel de la emoción en la lectura.

Es muy interesante leer sobre el proceso cerebral de la lectura, cómo los entresijos cerebrales vienen a confluir para que a cierta edad vayamos comprendiendo eso que está escrito negro sobre blanco, que nos llena tantos momentos del día, que nos emociona, que nos produce la curiosidad necesaria para que sigamos avanzando y aprendiendo a cualquier edad.

“El que no lee, a los 70 años habrá vivido una sola vida. Quien lee, habrá vivido 5.000 años. La lectura es una inmortalidad hacia atrás” (Umberto Ecco).

Principales tips de Neuroeducación y lectura

  • A diferencia del habla, la lectura no tiene en su nacimiento base genética. Es un proceso cerebral que ocurre como consecuencia de una presión cultural selectiva y que tiene como base las propiedad intrínsecas, plásticas. del cerebro.
  • Cognición y emoción no son dos mundos mentales separados.
  • Plasticidad cerebral: la capacidad de las neuronas de ser modificadas, es decir, cambiar su física y su química, anatomía y fisiología, como resultado de los procesos de aprendizaje y memoria como resultado de los procesos de aprendizaje y memoria que realiza el individuo y que son diferentes en cada uno.
  • El “cerebro emocional”: La curiosidad como “chispazo emocional” (despertar emocional), primero inconsciente y luego consciente, que nos abre la ventana del proceso de atención. Es con la atención encendida como se aprende, memoriza y se crea conocimiento.
  • La curiosidad y la intensidad del estímulo curioso se liberan neurotransmisores, en particular dopamina, en varias áreas cerebrales y en cantidades proporcionales al estímulo.
  • Leer es un acto personal y único: comprender globalmente el significado de un texto en toda su dimensión (conceptual, emocional y sentimental) significa que ese texto, de alguna manera, es siempre diferente para cada persona.
  • Las emociones se elaboran en códigos genéticamente programados que existen en las redes neuronales del sistema límbico o “cerebro emocional”

Estructura de ‘Neuroeducación y lectura

El libro está estructurado en catorce capítulos que se pueden agrupar en dos bloques interrelacionados…

Aproximación teórica acerca del cerebro, la lectura y el lenguaje oral

En el primer bloque, se inicia con una aproximación teórica acerca del cerebro, la lectura y el lenguaje oral, para profundizar más tarde en el impacto de la lectura como fenómeno social, que ha empujado el desarrollo y la revolución en nuestra cultura en general, y en la educación en particular. Este hecho histórico, va acompañado del conocimiento sobre el cerebro y su plasticidad neuronal, que son los encargados de realizar el cambio en nuestros procesos neuronales y los culpables de nuevas conexiones interneurales, que ejecutan un cambio en la bioquímica y la anatomía, produciendo el fenómeno de la neurogénesis que tiene por objeto el proceso de la memoria y del aprendizaje.

A continuación, y desde la perspectiva de la neuroeducación, el autor describe con mucho acierto, el proceso de enseñanza-aprendizaje en la lectura, que va ligado en gran parte con el sistema límbico del cerebro. Según Francisco Mora, éste último, es la emoción, encargado de despertar la curiosidad y el interés que precede a la atención como la guía del maestro que hace que sea posible el proceso. Del mismo modo, hay que destacar las diferencias significativas que existen desde una óptica neurobiológica al equiparar el lenguaje oral con la lectura, y sus cambios en la memoria ejecutiva del cerebro humano.

Áreas principales de la lectura englobadas en los sistemas ventral, dorsal y anterior del hemisferio cerebral izquierdo. Fuente: Neuroeducación y lectura

Fundamentos neurobiológicos de la lectura

En el segundo bloque, se introduce al lector en los fundamentos neurobiológicos que desempeñan en la emoción el arte de la lectura. En tal sentido, el autor profundiza en las diferencias significativas de la perspectiva neurobiológica, al comparar el lenguaje oral y la lectura comprensiva. Asimismo, explica los distintos procesos que se producen en la lateralización hemisférica de las funciones del cerebro, cuando se empieza a aprender a leer y la importancia que tiene el sistema límbico, como se ha mencionado anteriormente.

También nos visualiza los problemas que pueden encontrar los educandos en este proceso de aprendizaje a través de la lectura, así como las tres áreas principales de la actividad neuronal que codifican la lectura, y que se encuentran conectadas con dichas dificultades. Así pues, hace mención a las diferentes estrategias y propuestas de mejora que permiten revertir los síntomas, por ejemplo, en el caso de alumnado con el síndrome TDAH o con dislexia.

Ahora bien, las dificultades expuestas no sólo repercuten en las personas que disponen de plenas capacidades visuales, sino también afectan a discentes con discapacidad visual. En este caso, Francisco Mora manifiesta que la vía sensorial, con el tacto de los dedos índice o medio de la mano catalogado como “dedo lector”, es la herramienta que les permite conectar a estas personas con los circuitos neuronales que codifican el lenguaje, ya que son prácticamente idénticos.

Esquema simplificado que muestra las interacciones funcionales entre los distintos niveles de procesamiento de las palabras y las frases y el texto. Fuente: Neuroeducación y lectura

Leer con fluidez, con facilidad y sin esfuerzo

Requiere la participación de varios ingredientes cognitivos que van desde la emoción (inconsciente) y el sentimiento (emoción consciente) hasta la rapidez del cambio en el foco atencional y la memoria ejecutiva con tal nivel de eficiencia que durante la lectura apenas aparece el cansancio o la fatiga.

Leer con fluidez implica el acortamiento de los procesos neurales que concurren en la lectura misma. Es decir, el acortamiento en milésimas de segundo que podrían ocurrir repetidamente durante el ensamblaje de las letras para construir palabras y en los procesos léxico-semánticos.

La fluidez de lectura se adquiere con el hábito de leer e implica un acortamiento de los procesos. Este acortamiento depende fundamentalmente del hecho de haber aprendido bien, desde el principio, el componente fonológico de lo que se lee; primero de las letras (vocales y consonantes), después el de las sílabas y finalmente el de las palabras propiamente dichas, es decir, la “decodificación” grafema-fonema.

La fluidez tiene su base en un despertar emocional importante, una alta capacidad de concentración (requiere un foco de atención completo con la inhibición del 99% de todas las otras funciones cognitivas), un menor tiempo destinado a la atención ejecutiva y una mayor eficiencia de la memoria de trabajo. Los obstáculos más evidentes son los problemas de atención y, sobre todo, los emocionales.

Quien lee mucho, cada vez lee más eficientemente.

Conclusión de ‘Neuroeducación y lectura’

Leer significa activar un amplio arco cognitivo que involucra curiosidad, la atención, el aprendizaje y la memoria, la emoción, la consciencia y el autoconocimiento.

La lectura ha significado (y sigue) una verdadera revolución cultural para la humanidad. Somos lo que somos gracias a la lectura. Todo ello depende del cerebro, ese cúmulo de células, las neuronas, cuyo ensamblaje (redes y circuitos) ha dado lugar a la conciencia, un complejo funcional que ha alumbrado el mundo y cuya verdadera esencia como proceso cerebral todavía está por descubrir.

El ser humano es lo que la educación hace de él. La neuroeducación es esa nueva perspectiva educativa que, basándose en los conocimiento de cómo funciona el cerebro, permite mejorar la instrucción (aprendizaje, memoria, conocimientos) y la propia educación (valores, normas, ética), sostén del pensamiento y la conducta de los personas honestas.

Lo dicho, un gran libro.

Foto de cottonbro

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