El título del post es suficientemente explícito. Mientras la UE y los contribuyentes europeos intentamos digerir el estropicio provocado por una parte del sector financiero sin escrúpulos, unos señores eurodiputados son incapaces de auto aplicarse medidas de austeridad como ajustarse el sueldo o viajar en turista.

La lista de eurocaraduras con el nombre de los que votaron a favor de viajar en turista y los que votaron en contra de rebajarse privilegios está disponible aquí. Una lista de de sinvergüenzas en la que sólo se salvan Ramón Tremosa (CiU), Raúl Romeva (IC), Rosa Estarás (PP) y Oriol Junquera (ERC), que fueron los que votaron a favor de viajar en turista.

Desgraciadamente estas actitudes de la “nueva aristocracia” del siglo XXI no sorprenden, pero cabrean enormemente. Está claro que el destino de Bruselas es una bicoca. Los eurodiputados cobran el doble que en 2009. Su sueldo fijo aristocrático sólo es de 7.550 euros brutos, a los que se deben añadir dietas, viajes y el pago de otros conceptos, que llevan a los eurodiputados a sobrepasar los 13.000 euros.

Los eurodiputados están sin control en cuanto a colaboradores y otros privilegios. Leo (Eurodiputados a todo tren) que “derecho a la asistencia de colaboradores personales libremente designados por ellos. El Parlamento correrá con los gastos reales ocasionados por la contratación de dichos colaboradores”. No hay una mención expresa a la exclusión de colaboradores que tengan una relación personal o íntima con el europarlamentario, y ya en el pasado fueron relativamente frecuentes los casos de esposas, novias, hijos y sobrinos que eran contratados también por la misma institución.

Entiendo que con semejante sueldo fijo, sus excelencias tengan que arremangarse para llegar a final de mes, practicando triquiñuelas bochornosas que ni los milieuristas se atreverían (las tácticas de los eurodiputados para cobrar las dietas diarias de 300€).

La noticia y el link a la lista de eurocaraduras provocaron numerosos tuits y comentarios en Facebook. La reacción en cadena hizo que el hastag #eurodiputadoscaraduras llegara a trending topic. Horas más tarde la reacción ya había conseguido provocar alguna disculpa y los típicos matices de políticos cuando los pillan infraganti. Como siempre, tarde y mal.

Para acabar sólo añadir que la próxima vez que oiga a un político de los de la lista de eurocaraduras, lamentarse con aquello de la desafección de los ciudadanos hacia la clase política, me saldrá un sarpullido. Y por último, un lamento más grave. No me sorprende el declive de Europa ante la emergencia de otras potencias. Está claro que así no vamos a ningún sitio, la vieja Europa está esclerotizada, nuestros políticos tienen gran parte de la culpa, el resto de culpa es nuestra, por votarlos.

Esto no lo arreglan ni los social media.

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