
En febrero de 2025, Matthew Weinzierl y Brendan Rosseau publicaron Space to Grow: Unlocking the Final Economic Frontier, una obra fundamental para comprender la transformación económica que está experimentando la industria espacial. Como profesor de la Harvard Business School y fundador del proyecto Economics of Space, Weinzierl, junto a Rosseau, ofrece una visión rigurosa y esclarecedora sobre cómo el espacio está evolucionando de ser un dominio exclusivo de gobiernos y militares a convertirse en un nuevo horizonte económico regido por las fuerzas del mercado.
El momento de publicación de este libro no podría ser más oportuno. Según proyecciones recientes del Foro Económico Mundial, la economía espacial alcanzará un valor de 1,8 billones de dólares para 2035, creciendo a un ritmo anual del 9%, muy por encima del crecimiento del PIB mundial. Este crecimiento exponencial está transformando no solo el sector espacial tradicional, sino también industrias adyacentes como la agricultura, la logística, las comunicaciones y la mitigación de desastres.
En este contexto de rápida evolución, «Space to Grow» emerge como una guía esencial para navegar las complejidades de esta nueva frontera económica. El libro, basado en un curso altamente popular impartido por los autores en Harvard Business School, va más allá del entusiasmo superficial que a menudo caracteriza las discusiones sobre el espacio3. En lugar de centrarse en visiones futuristas como hoteles en Marte o turismo orbital, los autores analizan con rigor académico las realidades económicas actuales y las posibilidades tangibles que están emergiendo gracias a la comercialización del espacio.
Lo que distingue a «Space to Grow» de otras obras sobre el tema es su enfoque fundamentado en principios económicos sólidos. Como señala Jeff Foust en su reseña para The Space Review, este «no es un libro acrítico y entusiasta sobre la industria espacial, sino uno fundamentado en el rigor de la economía«. Los autores utilizan herramientas económicas fundamentales para analizar cómo se está formando el mercado espacial, cómo se está convirtiendo rápidamente en una fuente de valor para empresas de diversas industrias y para la sociedad en su conjunto, y cómo podemos asegurar que su crecimiento beneficie a todos.
La nueva frontera económica
El espacio, ese vasto territorio que durante décadas fue explorado exclusivamente por agencias gubernamentales como la NASA, está experimentando una revolución silenciosa pero profunda. La tesis central del libro es que el espacio no es solo un lugar de exploración científica, sino un auténtico «lugar» en términos económicos, gobernado por las mismas leyes de oferta y demanda que operan en la Tierra.
Esta transformación no se trata de hoteles en Marte o excursiones turísticas orbitales (al menos no todavía), sino de una revolución impulsada por tecnologías innovadoras, enfoques creativos, trabajo arduo y, por primera vez en la historia, las fuerzas del mercado. La clave de esta revolución es el reconocimiento de que el espacio es un lugar donde países, mercados e individuos pueden desempeñar un papel vital en la realización de algunos de nuestros sueños más ambiciosos.
Weinzierl y Rosseau argumentan que esta nueva frontera económica no es una fantasía futurista, sino una realidad emergente con implicaciones tangibles para empresas, gobiernos y ciudadanos. El libro desafía la noción tradicional del espacio como un dominio puramente científico o militar, presentándolo como un campo fértil para la innovación empresarial y el crecimiento económico.
Las tres fases de la economía espacial
Weinzierl y Rosseau estructuran su análisis en torno a tres fases fundamentales que caracterizan el desarrollo de la economía espacial:
- Establecimiento del mercado: Esta primera fase se caracteriza por la descentralización de la toma de decisiones y la financiación de actividades espaciales. El libro detalla cómo la NASA, a principios de la década de 2000, cambió fundamentalmente su forma de interactuar con el sector privado. A través del programa COTS (Commercial Orbital Transportation Services), la agencia pasó de contratos de costo más beneficio a modelos de precio fijo, transformando su papel de supervisor a asesor y posicionándose como un cliente más entre muchos, con la esperanza de crear una industria espacial autosostenible.
Este cambio de paradigma representó una ruptura radical con el modelo anterior, donde las agencias espaciales gubernamentales dictaban todos los aspectos de las misiones espaciales. El nuevo enfoque permitió a empresas como SpaceX y Blue Origin desarrollar soluciones innovadoras a problemas técnicos complejos, a menudo a una fracción del costo de los programas gubernamentales tradicionales.
- Refinamiento del mercado: La segunda fase aborda los fallos del mercado y busca asegurar una estructura de mercado saludable. Los autores reconocen que, a pesar de su tema central sobre la eficiencia de los mercados, estos no siempre funcionan perfectamente. Discuten fallos del mercado como los desechos orbitales, donde existen incentivos limitados para que los operadores de satélites paguen por limpiar sus satélites obsoletos, junto con obstáculos regulatorios.
Esta fase implica el desarrollo de mecanismos para corregir estas ineficiencias, ya sea a través de regulaciones gubernamentales, incentivos económicos o soluciones impulsadas por el mercado. Los autores señalan que encontrar el equilibrio adecuado entre la intervención gubernamental y la libertad del mercado es crucial para el desarrollo saludable de la economía espacial.
- Moderación del mercado: La tercera fase se centra en alinear las actividades espaciales comerciales con objetivos sociales más amplios. El libro no rehúye los impactos negativos que la comercialización del espacio podría tener en la sociedad, examinando las externalidades negativas de la industria espacial y explorando formas en que los gobiernos pueden gestionar la transición comercial para promover los mejores resultados posibles.
Esta fase reconoce que el espacio, como cualquier otro dominio económico, debe ser gestionado de manera que beneficie a la sociedad en su conjunto, no solo a unos pocos actores privilegiados. Los autores discuten cuestiones como la equidad en el acceso al espacio, la sostenibilidad de las actividades espaciales y la distribución justa de los beneficios derivados de la exploración y explotación espacial.
Casos de estudio: Éxitos y fracasos
Una de las fortalezas pedagógicas del libro es su uso extensivo de casos de estudio de empresas espaciales importantes. Los autores trazan el ascenso (y a veces la caída) de estas compañías, incluyendo cómo respondieron y, en ocasiones, remodelaron los mercados.
SpaceX emerge como un ejemplo paradigmático de transformación económica. Su capacidad para lanzar cohetes al 5% del costo del transbordador espacial de la NASA cambió completamente las bases económicas de lo que es posible en el espacio, dando origen al sector espacial comercial tal como lo conocemos hoy. Esta drástica reducción de costos ha permitido que miles de nuevos satélites se lancen cada año, profundizando el valor que el espacio proporciona para nosotros en la Tierra.
El libro detalla cómo Elon Musk, fundador de SpaceX, aplicó principios de diseño de ingeniería de primer principio para reimaginar completamente cómo deberían construirse y operarse los cohetes. En lugar de aceptar las suposiciones convencionales sobre el costo y la complejidad de los lanzamientos espaciales, SpaceX adoptó un enfoque integrado verticalmente, fabricando la mayoría de sus componentes internamente y diseñando para la reutilización desde el principio. Este enfoque no solo redujo costos, sino que también aceleró la innovación y permitió a la empresa adaptarse rápidamente a los cambios en el mercado.
Blue Origin, fundada por Jeff Bezos, representa otro caso interesante. El libro menciona cómo Bezos contrató a un ejecutivo de Amazon, no para aportar más conocimientos científicos sobre cohetes, sino para proporcionar «un poco más de organización, un poco más de decisión, y experiencia en fabricación». Este enfoque subraya que el éxito técnico es una condición necesaria pero no suficiente para el éxito en el espacio comercial: las empresas deben eventualmente demostrar que pueden proporcionar un producto que satisfaga las necesidades de los clientes de manera financieramente sostenible.
A diferencia del enfoque más ágil y orientado al mercado de SpaceX, Blue Origin ha adoptado una estrategia a más largo plazo, simbolizada por su lema «Gradatim Ferociter» (Paso a paso, ferozmente). Esta diferencia en filosofía empresarial ha llevado a distintas trayectorias de desarrollo, con Blue Origin centrándose inicialmente en el turismo suborbital antes de pasar a vehículos de lanzamiento orbital más grandes. El libro utiliza este contraste para ilustrar las diferentes estrategias que las empresas pueden adoptar en un mercado emergente.
Planet, una empresa de observación terrestre, ilustra cómo los vastos volúmenes de datos de observación de la Tierra fueron recibidos inicialmente con un aumento lento de la demanda, mientras los clientes descubrían cómo aprovechar este nuevo producto. Este caso ejemplifica el principio de Le Chatelier, que explica cómo la disminución del costo de suministro de un producto o servicio puede crear solo aumentos modestos en la demanda a corto plazo, pero cambios mayores a largo plazo a medida que el mercado aprovecha más ese suministro menos costoso.
La historia de Planet demuestra cómo las empresas espaciales a menudo deben educar a sus clientes sobre el valor de sus servicios. Al principio, muchos clientes potenciales no sabían qué hacer con imágenes diarias de toda la superficie terrestre. Con el tiempo, sin embargo, sectores como la agricultura, seguros, finanzas y defensa han desarrollado casos de uso innovadores para estos datos, creando un mercado floreciente donde antes no existía ninguno.
Planetary Resources, una startup de minería de asteroides ahora desaparecida, sirve como un estudio de caso sobre los desafíos y limitaciones del sector. Este ejemplo permite a los autores explorar si el primer billonario podría surgir de la minería de asteroides, un tema que discuten en su conversación con el Instituto BCG Henderson.
El auge y caída de Planetary Resources ilustra los peligros de adelantarse demasiado a la curva tecnológica y económica. A pesar de contar con inversores de alto perfil y una visión convincente, la empresa no pudo superar los enormes desafíos técnicos y económicos asociados con la minería de asteroides. Su historia sirve como un recordatorio de que, incluso en la era de la comercialización espacial, algunas fronteras siguen estando fuera de alcance inmediato.
Conceptos económicos aplicados al espacio
El libro emplea frecuentemente ideas económicas para explicar cómo está progresando el comercio espacial gracias a las inversiones del espacio civil. Estos conceptos van desde curvas simples de oferta y demanda hasta conceptos más avanzados como el principio de Le Chatelier.
Los autores explican estos conceptos en un lenguaje accesible, permitiendo que lectores con diversos niveles de conocimiento económico comprendan los principios fundamentales que están dando forma a la economía espacial. Por ejemplo, utilizan el concepto de «externalidades» para explicar por qué el problema de la basura espacial persiste: los operadores de satélites no tienen incentivos económicos para mitigar los desechos que generan, ya que los costos se distribuyen entre todos los usuarios del espacio.
Otro concepto económico clave que los autores aplican al contexto espacial es el de «bienes públicos». Argumentan que muchos aspectos de la infraestructura espacial, como los sistemas de navegación por satélite, tienen características de bienes públicos: son no rivales (el uso por parte de una persona no reduce la disponibilidad para otros) y no excluibles (es difícil impedir que las personas los utilicen). Estas características crean desafíos únicos para la comercialización, ya que las empresas privadas pueden tener dificultades para capturar todo el valor que generan.
Desafíos y externalidades negativas
«Space to Grow» no es una mirada acrítica y entusiasta a la industria espacial, sino una fundamentada en el rigor de la economía. Los autores abordan directamente los desafíos y externalidades negativas que enfrenta la economía espacial:
Basura espacial: El libro examina cómo los desechos orbitales representan un fallo del mercado, con incentivos limitados para que los operadores de satélites paguen por limpiar sus satélites obsoletos. Mencionan a Astroscale, fundada por un ejecutivo de TI japonés que dejó su trabajo para iniciar una empresa dedicada a limpiar la basura espacial.
La basura espacial no es solo un problema teórico: con más de 23,000 objetos rastreados actualmente en órbita y millones de fragmentos más pequeños, representa una amenaza real para la sostenibilidad de las actividades espaciales. Los autores discuten cómo este problema podría abordarse a través de una combinación de soluciones tecnológicas, incentivos económicos y marcos regulatorios internacionales.
Concentración del mercado: Los autores citan preocupaciones sobre el poder monopolístico que SpaceX en particular tiene en el sector de lanzamiento. Señalan que la competencia es una de esas «ciertas condiciones» requeridas para que los mercados sean eficientes.
Esta concentración plantea preguntas importantes sobre el futuro de la economía espacial: ¿Conducirá a la innovación continua y la reducción de costos, o eventualmente resultará en precios más altos y menos opciones para los clientes? Los autores exploran cómo los reguladores y los participantes del mercado podrían navegar por este desafío.
El problema del huevo y la gallina: Algunos modelos de negocio, como las estaciones espaciales comerciales, están atrapados en un problema de huevo y gallina sin un camino claro hacia adelante.
Este dilema se manifiesta cuando el desarrollo de un mercado requiere la existencia simultánea de oferta y demanda, pero ninguna puede existir sin la otra. Por ejemplo, las estaciones espaciales comerciales necesitan usuarios comprometidos para justificar su construcción, pero los usuarios potenciales son reacios a comprometerse sin una estación existente. Los autores discuten cómo la colaboración entre el gobierno y la industria podría ayudar a superar este obstáculo.
El papel del gobierno y el sector privado
Un tema recurrente en el libro es la evolución de la relación entre los gobiernos y las empresas privadas en el sector espacial. Los autores discuten los modelos de gobernanza central versus los impulsados por el mercado para la economía espacial.
Describen cómo las agencias gubernamentales han adoptado su papel de trabajar con cientos de empresas, desde startups hasta actores establecidos que actúan como ellas, que continúan generando ideas y tecnologías para hacer que la industria sea más dinámica, más capaz y más exitosa.
Esta colaboración representa un cambio fundamental en cómo se desarrolla la exploración espacial. En lugar de ser dirigida centralmente por una autoridad gubernamental, el futuro del espacio está siendo determinado cada vez más por el conocimiento descentralizado distribuido en todo el sector. Los mercados prosperan y potencian este conocimiento descentralizado, reuniendo el conocimiento y las ideas únicas que residen en cada individuo.
El libro destaca cómo este nuevo paradigma de colaboración público-privada ha llevado a innovaciones que ninguno de los sectores podría haber logrado por sí solo. Por ejemplo, el programa Commercial Crew de la NASA ha permitido a SpaceX y Boeing desarrollar vehículos para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional a una fracción del costo de los programas anteriores dirigidos por el gobierno.
Una visión equilibrada del futuro espacial
El libro mantiene un equilibrio entre optimismo y realismo. Los autores creen que el renacimiento espacial apenas está comenzando, con miles de nuevos satélites lanzados cada año y proyectos como Starship de SpaceX, estaciones espaciales comerciales y el nuevo programa lunar de la NASA prometiendo expandir aún más nuestro dominio de actividad.
Sin embargo, también reconocen que la revolución espacial comercial es joven y que habrá tropiezos en el camino: retrasos, distracciones y decepciones que impedirán el progreso. Pero lo que parece seguro es que el ascenso continuará, y continuará inspirando lo mejor de la humanidad.
Inherente a este ascenso está la oportunidad de un nuevo crecimiento, en todos los sentidos de la palabra: crecimiento para empresas de todo tipo y para nuestras economías; crecimiento de nuestras tecnologías e industrias; crecimiento de la ciencia, de nuestra comprensión de nuestro planeta y del universo que habitamos; y crecimiento con respecto a nuestros principios más preciados: la búsqueda del progreso, el conocimiento y la prosperidad; la búsqueda de la justicia, la igualdad y el estado de derecho; la búsqueda del entendimiento, la paz y la cooperación.
«Space to Grow: Unlocking the Final Economic Frontier» no es solo un libro sobre la economía espacial; es una invitación a participar en una de las transformaciones más emocionantes de nuestro tiempo. A través de su enfoque riguroso pero accesible, Weinzierl y Rosseau muestran que el espacio no es solo un lugar de maravilla y exploración, sino también un nuevo horizonte económico lleno de posibilidades para el crecimiento, la innovación y el progreso humano.
Con claridad y rigor, los autores van más allá de la exageración sin aliento para explicar qué es real, qué no lo es, qué viene después y cómo todos pueden ser parte de ello. En un momento en que la industria espacial está experimentando una transformación sin precedentes, «Space to Grow» ofrece una guía invaluable para comprender y participar en la revolución económica que está teniendo lugar sobre nuestras cabezas.