En un mundo donde la atención humana se ha convertido en la moneda más valiosa, estamos presenciando una transformación profunda en la manera en que interactuamos con los contenidos digitales. A medida que avanzamos en 2025, la economía de la atención está experimentando cambios significativos, impulsados por una creciente fatiga digital y una reconsideración colectiva del papel que juegan las redes sociales en nuestras vidas.

La economía de la atención puede definirse como todo aquello que intenta capturar nuestra limitada capacidad de atención. Como señala el informe «ATTENTION ECONOMY» de las Naciones Unidas, este concepto fue acuñado por primera vez a finales de los años 60 por Herbert A. Simon, caracterizando el problema de la sobrecarga de información. En este ecosistema, las empresas compiten ferozmente para conseguir que dediquemos nuestro tiempo y foco a sus plataformas y contenidos. Pero esta dinámica está cambiando radicalmente.

La paradoja de la fatiga digital

Nos encontramos ante una paradoja fascinante: mientras que el compromiso digital continúa dominando las estrategias de marketing, los consumidores están activamente alejándose de las pantallas. Según el artículo «Marketing in 2025: winning in the attention economy» publicado en Startups Magazine, en un panorama digital saturado de anuncios, la atención ha emergido como la moneda definitiva, provocando un cambio hacia métricas de atención en lugar de métricas tradicionales.

Los datos son reveladores: según el estudio «The Shifting Attention Economy: Capturing Value through Social and Creator Platforms» de Sand Technologies, el estadounidense promedio ahora pasa más de cuatro horas al día en dispositivos móviles, con una parte significativa de ese tiempo dedicada a plataformas de redes sociales como Instagram, TikTok y YouTube. Sin embargo, esto ha venido acompañado de una disminución en el tiempo dedicado a medios tradicionales, con el tiempo promedio dedicado a la televisión tradicional disminuyendo de 3:16 a 2:48 horas.

Esta fatiga digital tiene consecuencias directas:

  • Menor engagement: Cuando los usuarios están demasiado agotados para interactuar con contenidos, incluso las publicaciones mejor elaboradas pueden perderse en el ruido.
  • Reducción voluntaria del tiempo de pantalla: Los usuarios están activamente limitando su tiempo en línea para combatir la sensación de agotamiento.
  • Disminución de la confianza en las marcas: La exposición constante a contenido promocional genera resistencia y desconfianza.
  • Normalización de las desintoxicaciones digitales: Lo que antes era una tendencia minoritaria se ha convertido en un comportamiento generalizado.

El coste neurológico de la atención fragmentada

La ciencia nos muestra que el exceso de interacciones digitales tiene un impacto medible en nuestras funciones cognitivas. El cerebro humano está diseñado para la concentración profunda, la resolución de problemas y la creatividad. Sin embargo, la exposición constante a estímulos digitales interfiere con estas funciones esenciales.

Como explica el estudio «The Struggle for Human Attention: Between the Abuse of Social Media and the Digital Attention Economy» publicado en PMC, la atención humana se ha convertido en un objeto de estudio que define tanto el diseño de interfaces como la producción de emociones en un ecosistema de economía digital. Este estudio señala que «la industria de la tecnología de la información es la forma más estandarizada y más centralizada de control atencional en la historia humana», y que «la economía de la atención incentiva el diseño de tecnologías que capturan nuestra atención. Al hacerlo, privilegia nuestros impulsos sobre nuestras intenciones».

Un informe reciente titulado «New Paper Highlights Urgent Need for ‘Attention Sanctuaries'» publicado por la Academia de Ciencias de Nueva York, revela que el 77% de las escuelas en EE.UU. prohíben los teléfonos móviles para uso no académico, reflejando una tendencia más amplia de preocupación por el impacto de los medios digitales en la salud mental, particularmente entre los jóvenes. Este estudio introduce el concepto de «activismo de la atención», un movimiento creciente que busca resistir las prácticas explotadoras de la economía digital a través de la educación, la organización y la creación de espacios santuario.

La evolución de los modelos de negocio

En este contexto cambiante, las empresas están redefiniendo sus modelos de negocio para adaptarse a un público más consciente del valor de su tiempo y atención. Según el estudio de Sand Technologies, el 57% de los directores ejecutivos de medios y entretenimiento creen que sus modelos de negocio actuales no serán viables en los próximos 10 años.

Las plataformas sociales tradicionales se enfrentan a un reto existencial. Originalmente diseñadas para conectar personas, se han transformado en máquinas de captura de atención. Como señala el informe de las Naciones Unidas, estas tecnologías «han sido cada vez más dirigidas a la captura estratégica de la atención privada, ayudadas por la recopilación y análisis sistemáticos de datos personales, lo que se ha convertido en un modelo de negocio muy rentable».

Pero este modelo está empezando a resquebrajarse. A medida que los usuarios toman conciencia de esta dinámica, buscan alternativas que respeten más su atención y privacidad.

Las nuevas tendencias emergentes

Ante este panorama, estamos viendo la aparición de nuevas tendencias que redefinirán la economía de la atención en los próximos años, como destaca el artículo «13 Marketing Trends In 2025 to Help You Power Through» de Camphouse:

1. Contenido minimalista y de alto valor

En un mundo de fatiga digital, el contenido minimalista —diseños simples, mensajes claros y visuales limpios— proporciona un respiro en feeds sociales saturados. Las marcas están abandonando la creencia de que más contenido equivale a más engagement, y en su lugar, se están centrando en la calidad por encima de la cantidad.

Como señala Camphouse, «producir contenido auténtico y valioso es esencial para capturar y retener la atención del público. Las marcas que se centran en la profundidad y relevancia por encima de la cantidad tienen más probabilidades de construir comunidades comprometidas y leales».

2. Plataformas niched y descentralizadas

A medida que miramos hacia el futuro en este 2025, es evidente que el panorama digital continúa evolucionando. Hay un interés creciente en redes niched y descentralizadas que se centran en la privacidad, el control del usuario y las interacciones auténticas.

Según el artículo «Media Monetization in the Shifting Attention Economy» de Sand Technologies, «con el auge de las plataformas móviles sociales, el consumo de contenido es más diverso y fragmentado que nunca. La popularidad de estas plataformas ha dejado a los medios tradicionales con solo una pequeña porción de la economía total de la atención, mientras que las plataformas móviles sociales impulsadas por influencers dominan el compromiso de la audiencia».

3. Estrategias multicanal más allá de lo digital

Contrariamente a la creencia popular, no todo el engagement debe suceder en las redes sociales. Con la fatiga digital en juego, los especialistas en marketing están considerando expandirse a otros canales, como boletines por correo electrónico, podcasts o incluso eventos presenciales.

Esta diversificación no solo ayuda a combatir la fatiga digital, sino que también permite a las marcas construir relaciones más profundas y significativas con su audiencia.

4. El poder de los creadores de contenido

Los creadores de contenido se han convertido en actores clave en la nueva economía de la atención. Empresas como Morning Brew, HubSpot y Spotify están capitalizando esta tendencia proporcionando servicios y plataformas para apoyar a los creadores.

Sand Technologies destaca que «las empresas de medios y entretenimiento tradicionales deben adoptar estrategias innovadoras, integrar plataformas de creadores sociales en sus modelos de negocio y fomentar colaboraciones que amplifiquen el alcance y resuenen con las audiencias modernas».

5. Inteligencia Artificial y personalización ética

El papel de la IA en el marketing se expandirá en 2025, impulsando la personalización y optimizando estrategias creativas basadas en datos de atención en tiempo real. Sin embargo, el éxito no dependerá únicamente de la tecnología avanzada.

Camphouse señala que «la IA y el aprendizaje automático están transformando el marketing al permitir la segmentación personalizada de anuncios, la automatización de la gestión de campañas y la creación de contenido dinámico. Estas tecnologías mejoran la eficiencia y la eficacia para llegar y comprometer a las audiencias objetivo».

El futuro de la economía de la atención

A medida que avanzamos en 2025 y más allá, el éxito en la economía de la atención dependerá de la capacidad de las marcas para crear campañas que no solo capturen el interés inicial, sino que lo mantengan el tiempo suficiente para fomentar conexiones significativas.

Las empresas deberán adoptar un enfoque más humano y empático, reconociendo que la atención no es simplemente un recurso para explotar, sino un intercambio de valor que debe beneficiar tanto a la marca como al consumidor.

En este nuevo paradigma, las marcas que prosperen serán aquellas que:

  • Respeten el tiempo y la atención de sus usuarios
  • Proporcionen valor real y significativo a través de sus contenidos
  • Construyan relaciones auténticas basadas en la confianza y la transparencia
  • Se adapten ágilmente a las cambiantes preferencias y comportamientos de los consumidores

La economía de la atención no está muerta, sino que está evolucionando hacia una forma más sostenible y mutuamente beneficiosa. Las marcas que entiendan y se adapten a esta transformación estarán bien posicionadas para prosperar en la era post-redes sociales.

Como señala Jeff Sagansky, cofundador de Eagle Equity Partners, citado en el artículo de Sand Technologies, a diferencia de generaciones anteriores, la Generación Z solo dedica el 17% de su tiempo de entretenimiento a ver televisión, lo que crea más riesgo en la industria del entretenimiento. Esta realidad subraya la necesidad urgente de que las empresas tradicionales se adapten a las nuevas dinámicas de la economía de la atención.

En última instancia, la atención continuará siendo un recurso valioso, pero la manera en que las empresas compiten por ella y la utilizan está cambiando fundamentalmente. Aquellas que reconozcan este cambio y adapten sus estrategias en consecuencia serán las que consigan destacar en un paisaje digital cada vez más complejo y saturado.