Teoría de la justicia de John Rawls es una obra filosófica que presenta una teoría de la justicia social y política. La principal idea del libro es que la justicia social se puede lograr a través de una «distribución igualitaria de las libertades básicas» y una «diferencia favorable a los peor situados».

Rawls argumenta que la justicia se puede alcanzar si se garantizan las libertades básicas para todos y si se reduce la desigualdad económica y social. Para llegar a estas conclusiones, Rawls propone el «velo del ignorancia», una idea que pretende ayudar a determinar qué tipo de sociedad y qué reglas son justas.

La idea es que, si las personas no saben qué posición ocuparán en la sociedad, entonces elegirán una sociedad justa y equitativa para todos, ya que no saben si serán ricos o pobres, poderosos o débiles. Rawls argumenta que esta idea puede ayudar a crear una sociedad más justa y equitativa para todos.

Quién fue John Rawls?

John Rawls (1921-2002) fue un filósofo político estadounidense que se especializó en teoría de la justicia y filosofía política. Es considerado uno de los principales filósofos políticos del siglo XX y uno de los fundadores de la teoría de la justicia distributiva.

Rawls nació en Baltimore, Maryland, y estudió en la Universidad de Princeton y en la Universidad de Oxford como estudiante de posgrado. Luego enseñó en la Universidad de Harvard durante más de treinta años.

Su libro más famoso, «Teoría de la justicia» (1971), es considerado uno de los textos filosóficos más importantes del siglo XX. En él, Rawls presenta su idea de la «justicia como equidad», según la cual la justicia social se logra cuando las libertades y oportunidades básicas son iguales para todos y cuando las desigualdades económicas y sociales benefician a los peor situados.

Rawls también escribió otros libros importantes, como «Política liberal» (1993) y «Justicia como equidad» (2001), y fue un destacado pensador en temas como la democracia, la tolerancia y el multiculturalismo. Su influencia en la filosofía política y en la teoría de la justicia sigue siendo importante en la actualidad.

Por qué es importante leer ahora el Teoría de la justicia de John Rawls?

Es un libro importante para leer actualmente debido a su persistente relevancia, su influencia en el debate sobre la justicia y su valor para expandir nuestra comprensión de los conceptos de justicia y equidad. En concreto las razones son:

  1. La actualidad de sus ideas: Las ideas de Rawls sobre la justicia social, la equidad y la redistribución de la riqueza siguen siendo relevantes en el contexto actual de desigualdad económica y social.
  2. La influencia en la discusión sobre la justicia: El libro ha sido muy influyente en las discusiones sobre la justicia social y la equidad, y ha marcado la forma en que pensamos sobre estos temas.
  3. La perspectiva única sobre la justicia: Rawls ofrece una perspectiva única y provocadora sobre la justicia, que puede ayudar a expandir nuestra comprensión de estos conceptos.
  4. La importancia de la filosofía para el progreso social: Rawls demuestra cómo la filosofía puede contribuir a la comprensión y al avance de los problemas sociales y políticos.

Principales ideas de Teoría de la justicia

  • Un nuevo contrato social
  • la justicia es ciega

Un nuevo contrato social

¿Cómo debemos organizar la sociedad? ¿Cómo podemos reconciliar intereses diversos y ayudar a las personas a vivir en armonía?

Para John Rawls, la respuesta a esta pregunta está relacionada con el componente más fundamental de todas nuestras instituciones sociales: la justicia. La sociedad y sus normas deben, por encima de todo, ser justas. Después de todo, las personas no pueden elegir en qué sociedad nacen. Y, sin embargo, a pesar de la arbitrariedad, esperamos que las personas sigan las reglas de la sociedad, bajo pena de prisión. 

Esta expectativa forma parte de lo que en filosofía se conoce como contrato social. Un contrato social no es un contrato histórico real. Es una especie de historia fundacional que racionaliza cómo funciona la sociedad y especifica lo que los individuos y la sociedad se deben mutuamente. 

Por ejemplo, el filósofo inglés del siglo XVII Thomas Hobbes sostuvo que la vida humana en nuestro “estado de naturaleza” original –es decir, sin gobierno– era “solitaria, pobre, desagradable, brutal y breve”. Era lógico, entonces, que la gente estuviera dispuesta a ceder parte de su libertad a una autoridad soberana si eso significaba que podían garantizar su propia seguridad y llevar una vida decente. Para Hobbes, este acuerdo implícito es lo que da legitimidad al Estado. 

Rawls escribió Una teoría de la justicia siglos después, durante la Guerra Fría, y el libro habla de la época. Fue una era en la que las sociedades democráticas enfrentaron conflictos geopolíticos entre capitalismo y comunismo, agitación social y debates ideológicos furiosos.

Entonces, ¿qué contrato social propone Rawl? ¿Cuáles son sus criterios específicos para la justicia? Veamos eso a continuación.

La justicia es ciega

Imagine que está escribiendo un código tributario y quiere que sea justo. Se realiza una encuesta, se pregunta quién debería pagar y cuánto, y se deja que la gente elija entre varios esquemas. Obtienes las respuestas, y es desalentador. Los ricos dicen que los pobres deberían pagar. Los pobres dicen que los ricos deberían pagar. Los terratenientes dicen que los accionistas deberían pagar, y los accionistas dicen que los terratenientes deberían pagar. En resumen, cada uno elige el plan que más le conviene. De vuelta a la mesa de dibujo. 

La frase “la justicia es ciega” transmite nuestra intuición básica de que un juicio justo es aquel que es imparcial e imparcial, uno que deja de lado los intereses personales y considera el panorama más amplio. Rawls se basa en esto. Para él, la pregunta es la siguiente: ¿Qué principios utilizaríamos para organizar una sociedad si no supiéramos de antemano cuál sería nuestro lugar en ella? 

Rawls llama a este principio el «velo de la ignorancia». Imagínese una estatua de la justicia que sostiene una balanza en una mano y lleva una venda en los ojos, lo que representa la imparcialidad. O piensa en cómo cortamos el pastel. Una persona sostiene el cuchillo y determina el tamaño de las rodajas; alguien más elige. Dado que la persona que corta no sabe qué porción obtendrá, se le incentiva a cortar de la manera más justa posible. Según Rawls, llevan un velo de ignorancia. 

Entonces, ¿qué significa esto en términos de organización de la sociedad?

Imagine que le han dado poder absoluto para determinar cómo está organizada la sociedad. Pero aquí está el truco: aún no has nacido. No tienes idea de qué parte de la sociedad ocuparás. ¿Serás rico? ¿Pobre? Ni idea. ¿De qué género? ¿Etnicidad? ¡Quién sabe! Ni siquiera sabes qué talentos o dones tendrás: si nacerás con un don para la música, las palabras, el atletismo… o ninguno en absoluto. Rawls llama a esto la “posición original” y es el equivalente al “estado de naturaleza” de Thomas Hobbes.

Muy bien, digamos que tu velo de ignorancia está firmemente puesto y no puedes ver nada. Ahora bien, ¿cómo organizarás la sociedad? 

Rawls cree que la elección racional (y la justa) es una sociedad que garantice el mejor resultado para aquellos que están en peor situación: aquellos que tienen mala suerte en cuanto a riqueza, privilegios o talento. En otras palabras, deberíamos juzgar a la sociedad en función de cómo trata a sus miembros menos afortunados. Entonces, ¿cómo se desarrolla esto en la práctica? ¿Elegiría usted el capitalismo de laissez-faire, que garantiza que los mercados funcionen pero, por lo demás, deja que las cosas caigan donde deban caer? 

No, no lo harías, dice Rawls. Un sistema así produce una enorme desigualdad. Algunos nacen en la riqueza mientras que otros llegan al mundo en la pobreza. Y no todos poseen los talentos que podrían ayudarles a mejorar su situación económica; es pura suerte. Desde detrás de nuestro velo de ignorancia, el capitalismo de laissez-faire es una apuesta demasiado arriesgada. 

Entonces, ¿elegiría usted un sistema comunista, uno que garantice resultados iguales para todos? 

Rawls también dice no a esta opción. ¿Por qué? La igualdad total priva a las personas del incentivo para trabajar duro y aplicar sus talentos de la mejor manera posible. Los sistemas de mercado, a pesar de su desigualdad, generan riqueza que puede beneficiar a todos. Por lo tanto, permitir cierto nivel de desigualdad hace que el pastel sea más grande, dice Rawls. 

Esto significa, si volvemos al punto de partida, que es racional preferir las sociedades de mercado a las comunistas, siempre y cuando la riqueza producida también beneficie a los menos afortunados. El trozo de pastel más pequeño que obtengas debe ser más grande que lo que obtienes en perfecta igualdad.

Ahí tienes. Es una defensa de las sociedades capitalistas liberales, pero no incondicional. El contrato de Rawls, como todo contrato social, tiene dos partes. El individuo está obligado a aceptar el orden social, sí, pero las instituciones de la sociedad también están moralmente obligadas a ayudar sustancialmente a quienes están en peor situación. Al final, aquellos que están en mejor situación sólo pueden justificar esta desigualdad ayudando y empoderando firmemente a los menos afortunados. 

Resumen final de Teoría de la justicia

Durante siglos, los filósofos políticos han luchado por forjar sociedades y comunidades estables y por encontrar los ideales correctos por los que luchar. La teoría de Rawls proporciona una explicación de uno de esos ideales: una noción de justicia como equidad. 

En este marco, un sistema justo es lo que elegiría una persona racional y egoísta detrás de un “velo de ignorancia” que le obliga a ser imparcial. Descubrimos que su elección –y, por tanto, una sociedad justa– garantiza el máximo conjunto de bienes sociales para los menos afortunados.

Rawls profundiza nuestra comprensión del concepto de justicia y nos desafía a mantener a la sociedad a la altura de este ideal.

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