Fifth Generation Warfare: Dominating the Human Domain de Armin Krishnan es un libro que analiza la quinta generación de guerra (5GW) y su relevancia para comprender los conflictos contemporáneos.

El libro explora cómo la quinta generación de guerra se centra en el dominio humano, utilizando tecnología avanzada, como drones, ciberguerra y redes sociales, para influir en la opinión pública y alcanzar objetivos políticos.

Además, el libro analiza cómo esta nueva forma de guerra afecta la seguridad nacional, la estabilidad internacional y las relaciones entre las naciones. También ofrece recomendaciones sobre cómo los gobiernos y las organizaciones internacionales pueden prepararse y responder a los desafíos planteados por la quinta generación de guerra.

Interview with Dr Armin Krishnan

Cambios en la naturaleza de la guerra

Desde final de la Guerra Fría han llevado a los estrategas a proponer nuevos conceptos y teorías. Estos cambios han alejado la práctica de la guerra de la comprensión clausewitziana tradicional, que enfatiza la violencia física como central.

Los conflictos emergentes se centran más en la gestión de la percepción, narrativas, asimetría, y usos ambiguos de la fuerza. Este artículo compara tres teorías recientes sobre la guerra y el conflicto político: la guerra de quinta generación (5GW), la guerra híbrida (HW) y el conflicto de zona gris. Aunque comparten raíces intelectuales, difieren en sus perspectivas sobre la naturaleza del conflicto contemporáneo y futuro.

Cada teoría enriquece nuestra comprensión de la guerra contemporánea y es fundamental para abordar los nuevos modos de conflicto distintos de la guerra convencional.

Guerra de quinta generación, híbrida o conflicto de zona gris

Durante las últimas dos décadas, han surgido tres teorías distintas del conflicto en el debate estratégico occidental: la guerra de quinta generación (5GW), la guerra híbrida (HW) y el conflicto de zona gris (GZC), aparte de la gran guerra. Estas teorías intentan abordar las cambiantes amenazas y realidades de la guerra contemporánea. Aunque han sido discutidas en los establecimientos de seguridad nacional occidentales y mencionadas en documentos políticos, han sido objeto de críticas por su falta de originalidad y rigor intelectual, según argumentan Derek Barnett, Donald Stoker y Craig Whiteside, entre otros.

Stoker y Whiteside critican especialmente el supuesto desenfoque de las nuevas teorías, argumentando que nublan más que aclaran, distorsionan la historia y socavan el pensamiento estratégico estadounidense al no distinguir claramente entre guerra y paz. Aunque algunas de estas críticas pueden ser válidas, es posible que aún se puedan extraer conocimientos valiosos de su análisis para desarrollar un nuevo paradigma de la guerra contemporánea en el futuro.

Aunque no ha habido una comparación sistemática de las tres teorías, el artículo propone no subestimar los méritos intelectuales de estas teorías y sugiere que cada una aporta a nuestra comprensión de los conflictos contemporáneos. Señala que, a pesar de sus limitaciones, cada teoría ofrece perspectivas importantes que se complementan entre sí al capturar diferentes aspectos de los conflictos no convencionales. El artículo se propone describir y comparar sistemáticamente las tres teorías utilizando un marco desarrollado por Donald Reed.

En resumen, las teorías de 5GW, HW y GZC comparten raíces intelectuales pero difieren en sus enfoques sobre dónde, quién y por qué se librarán las guerras futuras, así como en cómo se llevarán a cabo. Esto implica que cada teoría describe distintos modos de conflicto que requieren enfoques diferentes para contrarrestarlos.

Desafiando el paradigma clausewitziano de la guerra

Ningún teórico militar ha influenciado tanto la comprensión occidental de la guerra y la estrategia como Carl von Clausewitz, quien definió la guerra como un «duelo a gran escala» y un «acto de violencia para obligar a nuestro oponente a cumplir nuestra voluntad». Su paradigma sostiene que la guerra es violencia organizada entre fuerzas armadas regulares de estados nacionales, regida por reglas y culminando en un acuerdo de paz negociado.

En 1989, William Lind introdujo la guerra de cuarta generación (4GW), que desafiaba las fuerzas militares convencionales y la guerra de maniobras. Martin van Creveld amplió estas ideas en su libro «La transformación de la guerra» (1991), argumentando que el paradigma de Clausewitz estaba quedando obsoleto.

Durante la década de 1990, la Revolución en Asuntos Militares (RMA) destacó la guerra de información, guerra en red y conflictos sociales por redes. Estrategas chinos, influenciados por la guerra en red, propusieron en «Unrestricted Warfare» (1999) una guerra sin restricciones que trascendiera fronteras y límites convencionales.

Este concepto impactó profundamente en las escuelas de pensamiento de 5GW, HW y GZC, aunque difieren en sus conclusiones sobre la nueva realidad del conflicto y las estrategias para enfrentarlo. Aunque comparten raíces intelectuales similares, cada una ofrece perspectivas diferentes sobre el éxito en estos conflictos contemporáneos.

Guerra de cuarta y quinta generación

Lind postuló que las sucesivas generaciones de guerra representan cambios cualitativos que hacen obsoletas las formas anteriores de poder militar. Según él, la guerra evolucionó desde un enfoque en mano de obra masiva (1GW), a potencia de fuego o desgaste (2GW), y finalmente a maniobras (3GW), con la Guerra de Cuarta Generación (4GW) centrada en la insurgencia.

Thomas Hammes propuso una teoría más elaborada de la 4GW, basada en la influencia de Mao en la insurgencia moderna. Aunque tuvo críticos notables como Antulio Echevarría, algunos defensores de la 4GW pasaron a la 5GW a principios de la década de 2000. Robert David Steele fue uno de los primeros en declarar el surgimiento de la quinta generación de guerra en 2003.

Hammes afirmó que los avances en biotecnología y nanotecnología impulsarían la 5GW, permitiendo a individuos o grupos pequeños realizar ataques masivamente destructivos. Este enfoque se basa en la manipulación del contexto de observación para lograr que el enemigo haga nuestra voluntad, dependiendo del engaño y la mala dirección en lugar del uso directo de la violencia.

El concepto de 5GW ha sido discutido y analizado por varios autores, incluyendo a Donald Reed y Daniel Abbott, quien sugirió eliminar el término «generación» y reemplazarlo por «gradiente o grado». El éxito de la 5GW depende de la manipulación de percepciones y la alteración del contexto social y cultural.

El concepto de 5GW ha sido relevante en el sur de Asia, pero en Occidente ha sido reemplazado por la guerra cognitiva, donde el objetivo es cambiar cómo la gente piensa y actúa, fracturando y fragmentando una sociedad. Los medios alternativos son un campo de batalla clave en la guerra cognitiva, buscando disminuir la confianza del público en el gobierno y promoviendo narrativas antigubernamentales.

Guerra híbrida

Muchos analistas atribuyen a Frank Hoffman la creación de los términos «guerra híbrida» y «amenaza híbrida», los cuales han fundamentado una escuela de pensamiento militar. Hoffman, en su artículo de diciembre de 2007, se basó en la escuela 4GW pero también se distanció de ella al suponer que los conflictos irregulares dominan la guerra contemporánea.

A diferencia de la escuela 4GW, Hoffman no comparte el pesimismo sobre la capacidad de las fuerzas regulares para dominar esta forma de conflicto. Para él, la guerra híbrida combina guerra convencional y no convencional, donde los adversarios emplean todas las formas de guerra y tácticas simultáneamente, incluyendo formas primitivas de guerra, actividad criminal y armamento de alta tecnología.

El ejemplo principal de guerra híbrida para Hoffman fue la guerra de Hezbollah contra Israel en 2006, donde Hezbollah pudo explotar las vulnerabilidades de un ejército de estilo occidental y emplear tecnología avanzada con éxito e innovación.

La OTAN comenzó a utilizar el término guerra híbrida en algunos de sus documentos, describiéndola como una combinación de medios militares y no militares, encubiertos y abiertos, con el objetivo de desestabilizar y socavar las sociedades. Durante la crisis de Ucrania de 2014, la OTAN destacó el papel de la propaganda y otras actividades no militares en la guerra híbrida.

Aunque el concepto de guerra híbrida ha sido ampliamente utilizado, algunos estudios cuestionan su utilidad como herramienta analítica para evaluar las capacidades militares rusas o las intenciones de política exterior. Sin embargo, durante la invasión militar rusa de Ucrania en febrero de 2022, la OTAN respondió suministrando armamento convencional a las fuerzas ucranianas y aplicando sanciones económicas, combinando estas acciones con una guerra de información.

Conflicto de la zona gris

Los analistas han buscado un nuevo marco teórico para comprender la realidad del conflicto contemporáneo, menos definido que la guerra. La Zona Gris de Conflicto (GZC), surgió alrededor de 2015 como un término para describir un espacio entre la paz y la guerra, donde las potencias revisionistas buscan lograr objetivos políticos sin recurrir a una guerra a gran escala. La GZC se caracteriza por la integración de herramientas no militares, evitando la escalada deliberada y dependiendo del gradualismo para alcanzar objetivos.

La Zona Gris ha sido objeto de críticas y un mayor interés en los últimos años. Algunos sugieren que no es nada nuevo y que simplemente combina ideas ya existentes en estrategia militar y ciencia política. Sin embargo, otros argumentan que la Zona Gris es una realidad contemporánea importante, citando ejemplos como la desestabilización de Ucrania por parte de Rusia y las tácticas de expansión de China en el Mar de China Meridional.

A pesar de las críticas, algunos expertos abogan por comprender y abordar la competencia en la Zona Gris como una característica central de la seguridad contemporánea, señalando que esta competencia es una forma de vida necesaria para contrarrestar los desafíos autoritarios y evitar un futuro más oscuro.

Comparación de las teorías

El marco desarrollado por Donald Reed proporciona una comprensión clara de las características de la 5GW, basado en cuatro ejes que definen las generaciones de guerra. Cada eje aborda una dimensión diferente del conflicto:

  • La geografía de la guerra: ¿Cuáles son los nuevos ámbitos del conflicto?
  • Los beligerantes y combatientes: ¿Cuál es la naturaleza cambiante de los adversarios?
  • Los objetivos que los beligerantes persiguen en un conflicto: ¿Cuál es la naturaleza cambiante de los objetivos?
  • El papel de la fuerza: ¿Cuál es la naturaleza cambiante de la fuerza?

Reed sugiere que una teoría de la guerra debe abordar estas cuatro dimensiones y establecer cómo se relacionan entre sí.

La geografía del conflicto

La guerra de quinta generación expande el campo de batalla desde el dominio político de la 4GW hacia los dominios cultural y cognitivo. Como se menciona en un artículo destacado sobre guerra psicológica, «las guerras se libran y se ganan o se pierden no en los campos de batalla, sino en las mentes de los hombres».

En la guerra de quinta generación, el terreno y la percepción humanos se convierten en el principal campo de batalla, aunque las acciones bélicas pueden desarrollarse en cualquier dominio. El objetivo de la 5GW es penetrar profundamente en una sociedad, desdibujando las distinciones entre frente y retaguardia, así como entre combatientes y civiles, un principio que también se aplica a la guerra híbrida (HW). Hoffman ha señalado que la HW presenta una geografía particularmente compleja, ya que las operaciones militares pueden tener lugar en todos los dominios, y podría haber múltiples campos de batalla que una estrategia unificada conecta.

De manera similar, el conflicto de la zona gris (GZC) carece de un dominio primario o una geografía definida. Según Mazarr, «no apunta a enfrentamientos claramente definidos y no existe un campo de batalla claramente identificable». El enfoque en la GZC no radica en dónde tienen lugar los combates, sino en las herramientas que utilizan los beligerantes. Las tres teorías comparten la idea de que el campo de batalla puede estar en cualquier lugar y que el conflicto puede tener lugar tanto dentro de las sociedades como entre ellas.

Los beligerantes y combatientes

La guerra de quinta generación (5GW) plantea que los beligerantes pueden ser individuos o redes de pequeños grupos unidos por una ideología común y potenciados por tecnología avanzada. En 5GW, la manipulación de representantes y la confusión del adversario son estrategias clave para lograr objetivos estratégicos de manera sigilosa.

Por otro lado, la guerra híbrida (HW) también implica una lucha por el poder, donde un actor estatal puede respaldar a grupos irregulares para luchar en su nombre. Tanto los actores estatales como no estatales pueden participar en guerras híbridas, y a menudo, los segundos dependen de los primeros para tecnología avanzada.

El conflicto de la zona gris (GZC) se asocia principalmente con actores estatales importantes como Rusia, China, Corea del Norte e Irán. Se caracteriza por el uso de instrumentos civiles para lograr objetivos que a veces son similares a los de las capacidades militares, lo que lo hace más estatista que las otras teorías.

En resumen, mientras que la 5GW es la menos estatista y se centra en la manipulación sigilosa, la HW ocupa un lugar intermedio y la GZC es la más orientada hacia los Estados. Las tres teorías resaltan que cada vez más civiles están involucrados en el conflicto, lo que difumina la línea entre combatientes y no combatientes.

Nuevos objetivos para el conflicto

En la guerra de quinta generación (5GW), el propósito es minar la legitimidad del estado objetivo hasta el punto en que pierda la confianza de su propia población, sin buscar su control directo. A diferencia de la quinta generación, tanto la guerra híbrida (HW) como el conflicto de la zona gris (GZC) siguen un enfoque político más tradicional, donde los objetivos están ligados a la política.

La guerra híbrida implica la fusión de tácticas irregulares y medios letales para lograr objetivos políticos, como interrumpir la libertad de acción de un oponente y aumentar los costos de su intervención. Por otro lado, el conflicto de la zona gris es motivado por el revisionismo de potencias emergentes que desafían el orden mundial liderado por Estados Unidos, con objetivos más limitados y menos costosos en comparación con la agresión a gran escala.

En resumen, mientras que la 5GW busca desestabilizar al Estado, tanto la HW como la GZC tienen objetivos políticos más específicos y convencionales.

El papel de la fuerza

La 5GW se define como una guerra cultural y moral que manipula percepciones y contextos para lograr objetivos sin necesidad de fuerza directa, operando de manera sutil y engañosa. Su objetivo es influir en la cultura o el entorno sin que las víctimas sean conscientes del conflicto, empleando la fuerza de manera dispersa y poco perceptible.

Por otro lado, la guerra híbrida (HW) considera la fuerza como clave para la victoria, aunque se apoye en otras herramientas no violentas para mejorar su efectividad. Se sitúa entre el teatro de guerra convencional y el conflicto de la zona gris (GZC), que busca mantenerse por debajo del umbral de la agresión abierta, combinando métodos para evitar el derramamiento de sangre y negar al adversario el uso de la fuerza.

En resumen, mientras que la HW valora la fuerza como esencial, tanto la 5GW como la GZC operan de manera más sutil, con la fuerza siendo menos central en sus estrategias.

Conclusión sobre la guerra de quinta generación (5GW)

Las tres teorías contemporáneas de conflicto comparten raíces intelectuales similares y algunos puntos en común. Prevén un menor papel militar y un mayor protagonismo de civiles e instrumentos civiles. También conciben conflictos en múltiples dominios, aunque con diferencias notables.

La guerra de quinta generación (5GW) manipula percepciones hasta que las víctimas ni siquiera reconocen la conquista. La guerra híbrida (HW) combina tácticas regulares e irregulares para maximizar la efectividad, contrarrestable con adaptación organizacional. En contraste, la GZC busca debilitar a adversarios poderosos sin desencadenar una respuesta militar, requiriendo líneas rojas claras y disuasión fortalecida.

HW y GZC se enfocan en el Estado más que 5GW. Mientras que en HW podría haber conflictos militares, 5GW y GZC carecen de conflictos abiertos. 5GW es difícil de identificar debido al énfasis en el engaño, mientras que GZC tiene beligerantes y rivalidades más claras.

Estas teorías, criticadas pero relevantes, abordan fenómenos nuevos en la competencia estratégica actual. Rechazarlas por no ser novedosas limita nuestra comprensión del conflicto. La experimentación intelectual y la observación cuidadosa son clave para avanzar en nuestra comprensión de la guerra y el conflicto.

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