Hablando con otros empresarios y profesionales del sector digital, el diagnóstico es claro, hay miedo. El dinero escasea y encontrar financiación se ha puesto casi imposible.

Activar o desarrollar el modelo de ingresos, habitualmente basado en la explotación publicitaria está en cuestión. Los anunciantes están ralentizando decisiones, las inversiones previstas se congelan. Y el flujo de dinero a los medios empieza a flojear, cuando no, a interrumpirse. Hay parálisis publicitaria, parcial, pero la hay.

A pesar del crecimiento previsto, la publicidad online no es inmune al contexto de crisis. El problema, para los medios, es que toca repartir menos inversión entre…cada vez más soportes. La gran tarta de la publicidad online se ha quedado en pastelito. Demasiadas bocas que alimentar.

El panorama se está endureciendo rápidamente. Con lo que está cayendo, los medios convencionales necesitan arañar ingresos de dónde sea, cualquier euro es bienvenido. Eso y la “medio convicción 2.0” hacen que estén redoblando su apuesta online. Poderosos y peligrosos competidores. Tienen marca, ventanas potentísimas y manejan presupuestos millonarios según los parámetros del internet actual.

Tal como están las cosas, creo que los grandes damnificados serán los soportes digitales sin marca y sin una audiencia consolidada. Su sueño de monetizar su audiencia se complica y desvanece. Porque no nos engañemos, las otras opciones de monetizar, todavía son más lejanas e imposibles (ecommerce, suscripciones,..).

Como se comentaba en los foros de Internet estos días pasados “El que tenga un duro, que lo guarde”. La falta de liquidez empieza/empezará a atenazar a las compañías. Imaginación al poder, pero si un duro por en medio. Como me reconocía una directora de marketing de una multinacional en España “lo que quieras, menos dinero”.

¿Será que entramos en la etapa del trueque? Tendré que preguntar al director del banco donde tengo la hipoteca, a ver qué…

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