De las pocas cosas puedo tener claras con los años de empresa, es que encontrar un buen socio no es tan fácil ni tan obvio como parece a simple vista. Hace unos días leí de forma casi compulsiva “Multimillonarios por accidente”, el libro de Ben Mezrich que relata la historia novelada de Marc Zuckerberg y Eduardo Saverin, dos estudiantes escasamente populares que acabaron creando Facebook. Aunque quizás muchos se fijen en el relato del éxito,
seguir leyendo