La semana pasada asistí al evento CÚbicS organizado por el CREA (Centre de Recerca de l’Audiovisual) del CCMA. Fue una demostración de la sensibilidad de la tele pública hacia la innovación y su aplicación. Incluso me atrevería a decir, que comprobé alguna de las razones que justifican una parte de los medios públicos dispuestos. Ahora sólo falta abrir este conocimiento y experiencia al resto de la sociedad, algo que debería ser una práctica habitual.

Me gustó la intervención de Brian David Johnson, Future Casting y Experience Research de Intel, y uno de los encargados de imaginar cómo será la “informática” en el 2020. Nos anticipó la segunda transición de la TV. Después del paso del braodcast analógico al broadcast digital, viene la televisión híbrida.

Esa “nueva” televisión será el reflejo de la complejidad multipantalla de nuestra vida cotidiana. Johnson defiende que la “TV” y la experiencia de “ver la tele” estará en el centro de la vida de las personas. Discutible o no, las previsiones apuntan que el concepto de “TV” crece, se mezcla y amplifica… mirar la televisión a partir del televisor, extendiéndose al móvil, al PC al portátil… alejándose de la idea de tele convencional actual.

Intel baraja escenarios muy sugestivos. Por ejemplo que en el 2015 habrá 500.000 millones de horas de contenido en la Red y que 10.000 millones de dispositivos estarán conectados. Más que personas. Previsiones extraordinarias que dejan entrever uno de los retos cotidianos de los usuarios del futuro, convivir y gestionar ese caos de información.

Según Johnson cambiaremos nuestra forma de ver la televisión, con una experiencia…:

  • Más informativa: porque podremos profundizar en los contenidos.
  • Ubicua: estará presente y accesible desde múltiples dispositivos.
  • Personal: una mayor presencia en dispositivos personales, inteligentes, que tendrán mucha información sobre nosotros y nos permitirá ajustar más las experiencias.
  • Social: la nueva tele permitirá interrelacionarnos con todo y todos. También habrá un mayor consumo grupal de la experiencia de la TV, tanto de tele en directo como a la carta.

El cambio tecnológico va muy rápido, acelerando. Los usuarios también se mueven rápidos. Lo que va lento es el modelo de negocio de la televisión generalista. Son cambios muy lentos. No es de extrañar, se trata de modelos de negocio antiguos que todavía siguen dando muy buenos beneficios. ¿Por qué acelerar la muerte de la vaca lechera?

Pero hay fuerzas poderosas que empujan la transformación. El alud de dispositivos para conectar la tele con la Red, no es casual. Está en juego el hipotético liderazgo del futuro de la “nueva” televisión. Una cosa es canibalizar tu negocio y otro muy distinto es estar con las brazos cruzados imaginando que tu negocio es eterno. Aún así, cuesta imaginar a RTVE o a Tele5 liderando iniciativas como Youview que encabeza la BBC juntamente con BT, five, Channel 4, ITV, etc. en el Reino Unido.

La realidad se impone lentamente, y la Red cada vez concentra mayor número de usuarios. El negocio va donde va la gente. Y como dijo Brian David Johnson “la tecnología es la forma en que nos llega, pero los contenidos son la razón, es lo que nos atrae”. El futuro no se puede entender sin mezclar la tecnología y los contenidos. El resultado de lo que ahora estamos construyendo, será híbrido y notablemente mayor a lo imaginado. Afortunadamente todavía quedan muchas páginas por escribir.

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