Revisar el balance personal de años anteriores es un buen ejercicio de humildad. Comprobar cómo cambia la situación tan sólo doce meses después, ayuda a situarte y a tomar conciencia de la complejidad de nuestra vida. “Tiempos líquidos” que lo llaman algunos. Aún así, creo que merece la pena recapitular,
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