En un momento histórico donde la desinformación se propaga a la velocidad de un clic y las pseudociencias ganan terreno en el debate público, la divulgación científica rigurosa se ha convertido en una necesidad social más que en un lujo intelectual. Es precisamente en este contexto donde «A bordo de tu curiosidad» de Carlos Briones emerge como una obra fundamental.

La pandemia de COVID-19 puso de manifiesto tanto la importancia vital de la ciencia como la fragilidad de la confianza pública en ella. Los retos globales que enfrentamos -desde la crisis climática hasta la revolución de la inteligencia artificial- requieren ciudadanos capaces de comprender conceptos científicos complejos y desarrollar un pensamiento crítico sólido.

Carlos Briones, investigador del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), poeta y reconocido divulgador, representa la figura ideal para tender puentes entre diferentes formas de conocimiento. Su formación multidisciplinar y su capacidad para comunicar ideas complejas de manera accesible lo convierten en un guía excepcional para este viaje por los territorios del saber.

«A bordo de tu curiosidad» no es simplemente otro libro de divulgación científica. Es una invitación a recuperar la capacidad de asombro, a cuestionar lo establecido y a explorar las fronteras del conocimiento humano. En un mundo cada vez más especializado y fragmentado, esta obra nos recuerda la importancia de mantener una visión integradora del saber, donde ciencias y humanidades dialoguen en lugar de competir.

Carlos Briones presenta su libro ‘A bordo de tu curiosidad’

Un mapa para navegar por la ciencia contemporánea

«A bordo de tu curiosidad» está estructurado de manera brillante: 52 capítulos breves y sugerentes, uno para cada semana del año. Esta organización no resulta casual, sino que refleja la intención del autor de convertir la curiosidad en un hábito cotidiano, en una actitud vital que nos acompañe día tras día.

Cada capítulo funciona como una pequeña ventana a un universo de conocimiento. Briones, investigador del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) y reconocido divulgador científico, logra condensar temas de enorme complejidad en textos accesibles sin perder un ápice de rigor. Las ilustraciones de Kim Amate complementan perfectamente el contenido, añadiendo una capa visual que enriquece la experiencia lectora.

Lo más destacable de la estructura del libro es cómo consigue entrelazar disciplinas aparentemente distantes. Un capítulo puede comenzar hablando sobre física cuántica y terminar con una reflexión filosófica sobre la naturaleza de la realidad, o iniciar con biología molecular y derivar hacia consideraciones éticas sobre la modificación genética. Esta interdisciplinariedad refleja la visión integradora del autor, defensor de lo que se conoce como «Tercera Cultura».

Las grandes preguntas que nos definen como especie

Uno de los principales méritos de la obra reside en su capacidad para abordar las preguntas fundamentales que han inquietado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. ¿Cuál fue el origen del universo? ¿Qué es exactamente la vida? ¿Estamos solos en el cosmos? ¿Es posible viajar en el tiempo?

Lejos de ofrecer respuestas simplistas o dogmáticas, Briones presenta el estado actual del conocimiento científico sobre estas cuestiones, señalando tanto las certezas como las incógnitas pendientes. Esta honestidad intelectual resulta refrescante en un panorama cultural donde abundan las afirmaciones categóricas sin fundamento.

Al abordar el origen del universo, por ejemplo, el autor explica con claridad la teoría del Big Bang y las evidencias que la respaldan, pero también señala los misterios que permanecen sin resolver, como la naturaleza de la materia oscura o la energía oscura. Esta aproximación transmite una idea fundamental: la ciencia no es un conjunto cerrado de verdades inmutables, sino un proceso en constante evolución.

La pregunta sobre qué es la vida recibe un tratamiento similar. Briones, experto en el campo de la astrobiología, explora las diferentes definiciones propuestas a lo largo de la historia y sus limitaciones, mostrando la complejidad inherente a este concepto aparentemente sencillo. El lector comprende así que incluso las nociones más básicas pueden resultar extraordinariamente difíciles de definir con precisión.

Ciencia para entender el presente y anticipar el futuro

Otro de los grandes aciertos del libro es su conexión con temas de máxima actualidad. Briones dedica varios capítulos a cuestiones como la inteligencia artificial, la crisis climática o las pandemias, ofreciendo claves para comprender fenómenos que afectan directamente a nuestras vidas.

El tratamiento de la inteligencia artificial resulta particularmente equilibrado. Sin caer ni en el tecnooptimismo acrítico ni en el catastrofismo apocalíptico, el autor analiza el estado actual de esta tecnología, sus posibilidades y sus riesgos potenciales. Esta aproximación permite al lector formarse una opinión informada sobre un tema que genera tanto fascinación como inquietud.

La crisis climática recibe también una atención especial. Briones expone con claridad las evidencias científicas del cambio climático antropogénico y sus posibles consecuencias, pero también analiza las opciones tecnológicas y políticas disponibles para hacerle frente. Este enfoque, que combina el rigor en el diagnóstico con la exploración de soluciones, transmite un mensaje implícito: los problemas complejos requieren análisis complejos, pero no por ello debemos renunciar a la esperanza.

El capítulo dedicado a las pandemias, escrito tras la experiencia de la COVID-19, ofrece una perspectiva histórica y científica sobre estos fenómenos, explicando por qué seguirán produciéndose en el futuro y cómo la ciencia puede ayudarnos a prevenirlas y combatirlas. La claridad con que se explican conceptos como la zoonosis o la inmunidad colectiva demuestra el talento divulgador del autor.

Un antídoto contra la desinformación

En una época caracterizada por la proliferación de bulos y pseudociencias, «A bordo de tu curiosidad» constituye un valioso antídoto contra la desinformación. Varios capítulos abordan directamente fenómenos como la astrología, las pseudoterapias o las supuestas visitas extraterrestres, desmontando con argumentos sólidos estas creencias infundadas.

Lo más valioso de este enfoque crítico es que no se limita a desmontar mitos concretos, sino que proporciona herramientas intelectuales para desarrollar un pensamiento crítico aplicable a cualquier ámbito. Briones explica conceptos como la carga de la prueba, la navaja de Occam o la falacia de autoridad, elementos fundamentales del método científico que resultan igualmente útiles para evaluar afirmaciones en campos tan diversos como la política, la economía o la salud.

Esta dimensión pedagógica del libro adquiere especial relevancia en el contexto actual, donde la sobreabundancia informativa puede resultar abrumadora. Como señala el propio autor, parafraseando a Voltaire: «La ignorancia afirma o niega rotundamente; la ciencia duda». Esta actitud de duda metódica, de escepticismo constructivo, constituye quizás la lección más valiosa que puede extraerse de la obra.

La Tercera Cultura: tendiendo puentes entre saberes

Uno de los aspectos más originales y enriquecedores de «A bordo de tu curiosidad» es su defensa de lo que se conoce como «Tercera Cultura», una visión integradora del conocimiento que busca superar la tradicional división entre ciencias y humanidades.

Briones, que además de científico es poeta, demuestra con su propia trayectoria la falsedad de esta dicotomía. A lo largo del libro, las referencias a científicos como Feynman o Carl Sagan conviven con citas de filósofos y poetas, creando un diálogo fecundo entre distintas formas de aproximarse a la realidad.

Esta integración se manifiesta también en las recomendaciones que cierran cada capítulo. Películas, pódcasts, páginas web, videojuegos, libros o museos se presentan como recursos complementarios para profundizar en los temas tratados, transmitiendo la idea de que el conocimiento puede y debe buscarse en fuentes diversas.

El capítulo dedicado a la ciencia ficción ilustra perfectamente esta aproximación. Briones analiza cómo este género literario y cinematográfico ha anticipado avances científicos y tecnológicos, pero también cómo ha servido para reflexionar sobre las implicaciones éticas y sociales de estos desarrollos. La ciencia y el arte aparecen así como dos caras de una misma moneda: la curiosidad humana por comprender y transformar el mundo.

Un libro para todas las generaciones

Otro aspecto destacable de «A bordo de tu curiosidad» es su vocación intergeneracional. El autor ha conseguido crear una obra accesible para lectores de todas las edades, desde adolescentes hasta personas mayores, sin renunciar por ello a la profundidad conceptual.

Esta universalidad se logra mediante varios recursos. En primer lugar, un lenguaje claro y preciso, que evita tanto la jerga especializada innecesaria como la simplificación excesiva. En segundo lugar, numerosos ejemplos y analogías que facilitan la comprensión de conceptos complejos. Por último, un tono cercano y conversacional que invita a seguir leyendo.

Los capítulos dedicados a temas como el sexo, el amor o la muerte resultan particularmente interesantes desde esta perspectiva intergeneracional. Briones aborda estas cuestiones universales desde una óptica científica, pero sin olvidar su dimensión humana y emocional, creando así un espacio de reflexión compartida para lectores de diferentes edades y experiencias vitales.

Conclusión: un viaje que merece la pena emprender

«A bordo de tu curiosidad» representa, en definitiva, una invitación a embarcarse en la mayor aventura posible: la del conocimiento. A través de sus páginas, Carlos Briones nos recuerda que la curiosidad no es solo una actitud intelectual, sino una forma de estar en el mundo, una manera de relacionarnos con la realidad que nos rodea.

En tiempos de polarización y simplificaciones, este libro reivindica la complejidad como valor. Nos enseña que las mejores preguntas son aquellas que aún no tienen respuesta, y que tanto la ciencia como las artes y las humanidades nacen precisamente de esa curiosidad y de esa duda.

La obra de Briones constituye, por tanto, mucho más que un compendio de conocimientos científicos: representa una auténtica brújula para navegar por el océano de la información contemporánea. Una herramienta imprescindible para cualquier persona interesada en comprender mejor el mundo y a sí misma.

Como sugiere el propio título, la curiosidad es el barco que nos permite explorar territorios desconocidos, descubrir nuevos horizontes y, en última instancia, crecer como individuos y como sociedad. «A bordo de tu curiosidad» nos invita a zarpar en ese viaje apasionante. Solo queda aceptar la invitación y dejarse llevar por la corriente del asombro y el descubrimiento.