postLa aparición de incubadoras y aceleradoras ya no es noticia. La noticia es que solo el 4% de las startups españolas duran más de cinco años. La primera reflexión, bastante consensuada con el sector, es que faltan buenos proyectos. Una situación que provocará una dura competencia por captar proyectos interesantes.

Al ecosistema emprendedor no le falta de nada. No me atrevo a cuestionar el show business emprendedor, porque es necesario. Otra cosa, en la  que no hay consenso, es que falta mayor confianza en los proyectos de aquí. Empezando por los propios inversores.

El espacio de incubadoras y aceleradoras se ha expandido. El mapa del ecosistema emprendedor es tan amplio como complejo. Proliferación de iniciativas con filosofía, objetivos y enfoque radicalmente diferentes, que luchan por la relevancia, la diferenciación y  asegurarse el famoso deal flow.

La exuberancia del ecosistema tiene sus pegas. Desde el sector se comenta -con la boca pequeña- el temor de estar en una burbuja. Desde el lado emprendedor, tanta propuesta puede generar cierta angustia, pérdida de foco y de tiempo. El fenómeno de compatibilizar varios programas ya no es una rareza. Algunas conexiones entre programas son formales, otras, simplemente suceden por iniciativa del emprendedor. Alguien que se siente solo y busca ayuda, pero como con los médicos, a veces más opiniones, más diagnósticos, -a veces contradictorios- no siempre facilitan la tarea.

Para los emprendedores, cuanto más claro identifiquen y prioricen lo que necesitan, y elijan con criterio, mejor. Dos pasos importantes: tener a mano una lista de los aspectos claros a valorar (recomendable ‘Aceleradoras de startups en España, ¿cuál es la mejor?’), pero también conocer la naturaleza y la tipología de la aceleradoras, porque de ahí se desprende muy claramente su filosofía y potencial acompañamiento.

Sector público (o pseudo-público): Vinculadas a ayuntamientos, donde ya hay mucho hecho y no siempre con acierto. Algunas apuestas pioneras siguen siendo referencia (Barcelona Activa), otras han sabido evolucionar y construir buenas referencias territoriales (TecnoCampus). La mayoría de las iniciativas públicas locales, salvo honrosas excepciones de especialización o masa crítica suficiente, están condenadas a tener un rol puramente de orientador y/o concentrarse en proyectos emprendedores poco sofisticados (abrir una tienda o una peluquería también es interesante y necesario). Destacable el esfuerzo de Start-up Catalonia que está aprendiendo sobre la marcha (Start-up Catalonia segundo intento)

Universidades. Son los últimos en aparecer y salvo honrosas excepciones, han despertado tarde y con lentitud… A favor tienen la masa crítica de talento. En contra, les falta flexibilidad, rapidez, criterio startup y superar su empanada “académica”. Es uno de los grandes ámbitos de mejora

Empresa privada. Cuando parece que ya está todo el mundo y todo está inventando, nacen nuevas iniciativas de alto impacto y potencial (p.e Conector), que vienen a demostrar que siempre hay espacio para gente con iniciativa y con ganas de invertir. Algunos critican su oportunismo (he escuchado adjetivos como “especuladores”). Mientras algunas iniciativas se pelean por captar buenos proyectos, Conector se permite el lujo de escoger los mejores proyectos. Especulación no, oferta y demanda.

Entidades privadas. Fundaciones, asociaciones de inversores privados… una lista interminable, que no para de crecer y evolucionar. De todos los gustos y sabores. Nacionales o internacionales. Hay numerosas referencias globales como Keiretsu o Founder Institute ,…. otras locales, entre las que destacaría Seedrocket. Primera aceleradora que nació en España para startups TIC en fase inicial : 2000 proyectos analizados, 11 campus por las que han pasado 120 startups, 47 startups han pasado por la aceleradora, 32 mentores, 6 investor´s day, 78% de los proyectos acelerados han recibido inversión, levantando 20,3 millones de euros

Proyectos de responsabilidad social corporativa. Tradicionalmente han sido de los grandes animadores (p.e. Caixa Capital Risc) o últimamente Lanzadera, el proyecto de Mercadona, con una propuesta de valor muy agresiva para la competencia, pero muy interesante para los emprendedores beneficiados. Alojamiento gratuito y financiación blandísima. Hasta 200 mil euros, sin aval, sin equity y ‘sin intereses’. ¿Alguien da más?

Corporativas: finalmente el signo de madurez del ecosistema emprendedor la demuestran las iniciativas vinculadas a empresas (servicios, industria o banca) que han visto en el apoyo a startups una oportunidad de negocio. Un par de ejemplos radicalmente distintos:

  • Ogilvy Upcelerator: proyecto pionero de la multinacional y su apuesta por las apps. Servicios a cambio de equity… y un acuerdo futuro de compra de servicios de las statups a Ogilvy.
  • Finanzas: Banc de Sabadell y su programa de aceleración BStartup10 integrado en su estrategia normal de negocio, con 70 oficinas especializadas y un programa de aceleración. Cada edición apoyan 10 proyectos, con una aportación de 100.000€ (de los que 30.000€ son en asesoramiento y el resto dinero). Suelen quedarse entre 5% y el 15% del capital social de la startup.

Industria.

  • Fluidra  grupo multinacional de soluciones para la conservación, conducción, tratamiento y disfrute del agua que ofrece mentorización, asesoramiento y posibilidad de inversión en proyectos ‘relacionados con el agua’, a cambio de equity.

Corporativas-Públicas: es una combinación un tanto extraña que solo se puede permitir grupos empresariales multinacionales…

  • Wayra que inició operaciones en abril 2011 y que hoy cuenta con 14 academias repartidas por todo el mundo. Uno de los programas más potentes. Duración de inferior a un año. Ofrecen financiación (entre 30 y 70.000 $), ayuda en la gestión, formación (especialistas externos), acompañamiento tecnológico, acceso al catálogo o a los clientes de Telefónica y un espacio de trabajo. Su histórico respecto al índice de supervivencia y rondas de financiación es bueno

Multi-corporativas: la consolidación implica mayor conexión con la industria. Parece lógico y  más eficiente la especialización de la incubadora/aceleradora en un sector determinado que ofrezca mayor masa crítica de startups, de mentores especializados e industrias interesadas en invertir, desarrollar y acompañar.

  • Reimagine-Food: se define como un ecosistema de creación y captación de diferentes iniciativas encaminadas a repensar el mundo de la alimentación, la industria agroalimentaria, la cocina y la manera en la que solucionamos nuestras necesidades alimentarias en el siglo XXI. Cuenta con un programa de aceleración, Prometheus que ofrece a 20 nuevas empresas cada año un período de tres meses y medio de acompañamiento y Networking con emprendedores de referencia, compañías de alimentos y fuentes de financiación con el fin de impulsar su desarrollo, así como un espacio de trabajo en el centro Reimagine Food.

A la vista de las diferentes iniciativas, la tendencia parece que es:

  1. Especialización en sectores concretos y conexión real con la industria (alimentación, textil? …),
  2. Profesionalización de los equipos gestores
  3. Conexión con otros programas (pre y post) que permita asegurarse un deal flow adecuado, así como la conexión con inversores, ya sean business angels o capital riesgo
  4. Captar e implicar a los buenos mentores. No solo es cuestión de poner el nombre. Es uno de los aspectos que más puede marcar la diferencia.
  5. Y sobre todo, las incubadoras y las aceleradoras deberán explicar mucho mejor su productividad: números de proyectos acompañados, índice de supervivencia, % de proyectos que han conseguido inversión, cuantía de inversión captada, puestos de trabajo creados,..

 

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