Los más de 70 días de vacaciones de los hijos hay que planificarlos y gestionarlos con cariño, tratando de no desfallecer en el intento. Tener hijos adolescentes tiene sus ventajas, pero también algunos inconvenientes. Su autonomía es un arma de doble filo y consensuar sus actividades y horarios, en un entorno familiar medianamente ordenado, no es una tarea sencilla.

Empezando por lo más cotidiano, por ejemplo la discusión diaria sobre cuando hay que apagar el ordenador, sección fija de la familia, hasta el debate sobre cuando, donde y qué hay que comer, etc. El verano hay que aprovecharlo, es cierto. Tienen que airearse y vivir nuevos entornos y experiencias. También es el momento para que sigan manteniendo sus pequeñas responsabilidades, no vaya a ser que el “estoy de vacaciones” se convierta en un salvoconducto para no pegar un palo al agua.

Después de haber probado diversas modalidades de “campamentos de verano”, finalmente dimos con TopColonias. Una english summer camp donde los chavales se divierten en actividades propias de verano, crecen como personas, mientras trabajan en equipo para desarrollar un proyecto… practicando inglés.

Como cuenta Oscar Sánchez, fundador de TopColonias, estas colonias, pioneras en Europa, “plantean retos individuales cuando hacemos escalada en el rocódromo, reforzamos el trabajo en equipo mientras jugamos en el mar y la confianza en uno mismo con obras musicales y de teatro.”

La estancia es de sólo dos semanas, pero ya el primer día los chicos y chicas, de entre ocho y catorce años, reciben el encargo de proponer ideas para montar un negocio. Con las más originales, los monitores –australianos, estadounidenses, ingleses, irlandeses- organizan grupos con la misión de hacerlas “realidad”.

Se trata del ‘proceso idea-emprendedora’ totalmente simplificado con una interpretación lúdica que lo hace atractivo. Primero les hará falta diseñar el producto, definirlo y pensar como hacerlo llegar al cliente; y seguramente planificar un aterrizaje en el mercado, “bien impactante si es posible”.

El trabajo en equipo, las habilidades sociales son básicas. Por eso, cada día, cada grupo ha de compartir con el resto, cómo va evolucionado el montaje de su empresa: lo hacen en inglés y con exposiciones al resto de compañeros: “Se quiere acostumbrar al joven a usar la lengua de los negocios y a hablar en público”. Además, la teatralización de las situaciones es otro de los aspectos destacables, hacen más creíble la actividad y mucho más divertida.

Estas colonias para emprendedores aplican metodologías innovadoras, y no son una propuesta ni elitista ni aburrida. El eje vertebrador del programa de actividades es el juego, pero con una intención que va más allá del carácter exclusivamente lúdico.

La conclusión de estos últimos años es que TopColonias, han sido las únicas “colonias”, en la que mis hijos han repetido (en tres ocasiones). Las únicas en las que han ido creando y desarrollado una pequeña comunidad de adolescentes de diferentes orígenes con la que luego han mantenido la relación en el tiempo, real y virtual.

Quien sabe si dentro de unos años acabarán siendo emprendedores. Me conformo con que eso les dé más pistas sobre las alternativas por las que luchar, pero estoy convencido que recordarán éstas colonias como las que más disfrutaron y en las que hicieron grandes amigos.

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