El 2009 se acaba. Con casi todo el pescado vendido, es momento de empezar a recapitular acerca de cuál ha sido nuestra historia particular del año. En mi caso resumido en unos pocos post… Ahí van.


1. A pesar de los negacionistas y de su inacción, comprobamos que había crisis y que de la misma, sólo saldríamos cada uno de nosotros, por nuestros propios medios (¿alguien esperaba otra cosa?). La consigna: resistir es vencer.

2. Algunos se creían (se creen) que después de la crisis, las cosas volverán como antes. Es un espejismo que se desvanece fríamente. Ya estamos en la nueva normalidad en la que aplican nuevas reglas de juego. Nuestra decepción y agnoscitismo respecto a los políticos era -y sigue- tan importante, que empezamos a filosofar acerca de la creación de un partido para gente emprendedora.

3. Mientras el temporal arreciaba y la sensación de pesimismo crecía en nuestro entorno, un puñado de personas, con la web 2.0 como excusa, hemos intentado compartir y apoyarnos mútuamente, para mantener un optimismo inspirador bajo un espíritu de garaje. A este grupo se le puede llamar de muchas formas, yo lo bauticé como la generación twitter.

4. La crisis deja las vergüenzas de muchos al aire. La conclusión es que el día después ya ha empezado. Hay momentos de agotamiento mental, de crisis personales. Especialmente cuando compruebas que algunas de las exploraciones no salen como habías previsto.

5. Toca seguir explorando y experimentando. No son tiempos amables para la lírica ni para embarcarse en grandes y largos proyectos. Se impone otro modelo, más ágil y flexible. Más simple y rápido.

6. Es un momento de austeridad, con unos consumidores más agnósticos, incrédulos y desleales que nunca. Se habló mucho de las marcas y de cómo los clientes se apropian de ellas. Buscan compromiso, autenticidad. Y es que sin karma, no hay marca.

7. Nos dimos cuenta de un error de apreciación que algunos cometimos, aquello no era El Dorado, era La Bastilla. La conclusión vendría automáticamente después. O tienes tu propia ventana de relevancia, o todavía eres más esclavo del establishment del broadcasting.

8. Pero en el establishment hay grietas importantes. Son nuestra oportunidad. Cuando la evidencia de los hechos es demasiado grande para ocultarla bajo la alfombra, surge gente inteligente que decide aprovechar la oportunidad y dar el primer paso. Fue el momento en que se comenzó a dignificar el video online como soporte publicitario. Se empieza lentamente a planificar el ‘audiovisual’ como la suma de TV y video online. Además, nos enteramos de unos primeros estudios que valoraban al usuario de video online, el doble que un telespectador.

9. Felizmente coincidió en una especie de catarsis colectiva, aunque fuera abandaredando un colectivo de productores outsiders.

10. Cuando supimos que la falta de inversión en medios online no era un problema tecnológico, ni de métricas, ni de pedagogía… era (es) un problema puramente económico de un puñado de directivos de la industria publicitaria a punto de jubilarse. Así lo decían voces autorizadas desde la propia industria.

11. y para acabar una de #Manifiestos, influencias y marcos mentales. Es un debate abierto, eternamente aplazado, en el que el tiempo sigue avanzando con un Internet imparable que lo aglutina/rá todo.

Año difícil y duro. En el que algunas ventanas se cierran y otras –todavía más grandes- se abren de par en par. Debemos estar orgullosos por haber llegado hasta aquí. En el 2010, más.

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