Escribo este post con algo de dolor de pies y espalda, efectos secundarios previsibles tras el Salón del Cómic. Han sido cuatro días intensos, con un éxito rotundo de nuestra participación a juzgar por la asistencia multitudinaria a la exposición de Cálico 5º Aniversario y a todas las actividades desarrolladas durante estos días.

Pero no quería hablar de las actividades, sino del empleo de un elemento promocional tan elemental e inocente, como clave: el uso de stickers (pegatinas) de Mundo Cálico.

Puede parecer una táctica poco original y algo anticuada, pero funciona como buen elemento de comunicación espontáneo que puede generar buzz. De características muy simples. Un total de siete versiones y con dos elementos en común -además de la forma- la marca “Cálico Electrónico” y la URL.

Algunos visitantes se abalanzaban sobre ellos para hacer acopio a manos llenas. Otros seleccionaban cuidadosa y exclusivamente, sus personajes favoritos. En realidad, pocos visitantes salían de la exposición sin alguno de ellos.

Inicialmente la idea de los stickers era favorecer el stickiness entre el público más joven. Pronto nos dimos cuenta que también gozaba de una estupenda acogida entre el segmento de más edad.

Transformar a nuestros fans en evangelizadores de la marca, “utilizándolos” como medio, es factible. Nuestros seguidores participan voluntaria y emocionalmente de la difusión de algo muy simple y fácil de compartir: la pasión por el anti-héroe Cálico y su humor simple, gamberrete y cercano.

Durante los días Salón del Cómic no he podido evitar escuchar y participar de conversaciones informales entre el público asistente a nuestra exposición. De la misma forma que una mamá incrédula me preguntaba a partir de qué edad era recomendable Cálico. O un teenager solicitaba aprobación paterna para pegar un adhesivo de “DonRamon & Perchita” en el vehículo familiar. O era testigo de la explicación de un joven a su pareja, mientras recogía un par de pegatinas de “La Ladrona” y me preguntaba para adquirir el último DVD de Cálico edición 5º Aniversario

Favorecer la fidelidad de los usuarios fieles y captar nuevos usuarios gracias a la visibilidad de algo tan simple como un sticker, esa es la cuestión. Una forma bastante asequible de conseguir exposición y fortalecer el engagement con la marca, los personajes y la URL.

Contando que sólo un porcentaje reducido de los stickers distribuidos, tenga como destino la superficie de carpetas escolares, motocicletas, ordenadores o automóviles, el objetivo estará sobradamente alcanzado.

Sólo sé que a partir del segundo día del Salón del Cómic, expositores de otros stands, algunos comercializando productos Cálico, pero otros sin ninguna relación con nuestros productos licenciados, distribuían los stickers de Cálico entre su clientela. “Es que a mi me encanta y sé que a mis clientes también” me confesaba el responsable de una stand que se acercó a pedirme un buen número de ellos.

A juzgar por los números, esto se ha conseguido. Hemos distribuido cerca de 50.000 stickers entre los asistentes al Salón del Cómic (público actual o con elevado potencial), y teniendo en cuenta los 100.000 visitantes al evento que ha calculado la organización, es una cifra muy respetable.

El humor y la “filosofía” Cálico es algo que gusta compartir. Se pega al cerebro y hay un sano impulso para exhibirlo y compartirlo. Al fin y al cabo, hacer reír a los demás, es agradable y altamente contagioso.

Pd. Por cierto, es impagable la oportunidad de tener contacto y conversación directa, cara a cara, con los seguidores de tu marca. Prácticamente la totalidad del equipo de Nikodemo ha estado participado activamente de este maratoniano evento. Ha sido extraordinario.

Post relacionados: