Tengo la impresión que nunca hemos estado más cerca de disfrutar VOD por el televisor. Aún a riesgo de equivocarme apuesto por el video que nos llega vía Internet. Los que somos un poco veteranos todavía nos acordamos, tal como nos recordaba AdAge (“What´ll be the break out star that links TV to Net?”) del WebTV de los 90s. Un artilugio consistente en una caja y un teclado conectado al televisor, que llevó la web a la sala de estar. Entre la lentitud del acceso con un módem dial-up y una precio de $300 para la caja y $20 por mes por el servicio, fueron los ingredientes de una experiencia para olvidar.
Afortunadamente la tecnología (electrónica, telecomunicaciones, software,..) e Internet han evolucionado mucho. Desde luego no hay una sola razón, pero en la actualidad –y gracias a una confluencia de factores – la banda ancha ubicua, el cambio de hábitos, etc… parece que ese sueño de converger televisión y video online está más cerca que nunca.

Quedan muchas luchas de poder por dirimir. Entre el hardware, las operadoras, el software, los agregadores, y por supuesto, de los productores de contenidos. Los analistas lo ven posible, sólo falta saber quién se llevará el gato al agua.

A pesar de todo –y como siempre- los errores se repiten. Ahora son los fabricantes (de los televisores) que apuestan por un único mando para controlar todas las funciones del televisor (Internet desde el mando de la tele”). La idea es sencilla: televisores que incorporan un puerto Ethernet, conectados a una red doméstica que permiten navegar y visualizar determinadas páginas y contenidos.

Al conectar el televisor a la red doméstica (sea por el puerto Ethernet o gracias a la conexión WI-FI integrada) se crea o amplia la red doméstica que permite ver todos los dispositivos multimedia del hogar conectados al router y que cumplen el protocolo (DLNA).

Complementario a esto están los widgets. Que ahora también saltan del ordenador al televisor. Yahoo e Intel ha convencido a un grupo de empresas (Samsung y AT&T) para que incorporen estas pequeñas aplicaciones al hardware, creando ya de paso el Widget Channel que acercan algunos contenidos de la red al televisor.

Y ya tenemos el lío de los mandos. El problema de la red DLNA es que los contenidos estarían restringidos por el fabricante del televisor, pero sólo habría un mando a distancia. La otra opción es incorporar un sintonizador, nos permite acceder a todos los contenidos de la red, pero nos quedamos sin red DLNA… Además de añadir una dificultad extra con la configuración entre el sintonizador (y/o disco duro multimedia, sintonizador TDT, lector DVD/Blue-ray,..) y el televisor. Y ya sabemos que todo lo que no sea realmente plug&play pierde opciones de antemano.

A todo esto, la TDT aún añadiendo su modelo de pago, está agitando el complejo panorama audiovisual. La previsible fragmentación de la audiencia de las cadenas tradicionales provocará una necesaria revisión de su modelo de negocio. Su estructura de costes es un lastre demasiado pesado, “están condenadas a concentrarse” afirman. Quiero pensar que los grandes beneficiados de este tsunami serán los productores de contenido y su desagregación (¿el triunfo del VOD anywhrere?)

No sé quien ganará, pero parece una lucha de todos contra todos. Creo que es inevitable. Ahí está el affaire entre Hulu y Boxee. Boxee, considerado por los expertos como “media center social definitivo”, aunque todavía sólo está disponible para mac y ubuntu el potencial de este software multiplataforma y social, gratuito y open source es evidente. Permite organizar tu librería de música o vídeos, y también se pueden ver vídeos desde Internet en cualquiera de sus múltiples formatos.

Pues el tema es que cuando Hulu, el gran sitio de vídeos y películas bajo demanda en streaming gratuito, propiedad de NBC Universal y News Corporation, descubrió que Boxee era capaz de ver los vídeos de Hulu sin necesidad de pasarse por su web y ver sus anuncios, decidieron bloquear el acceso desde esta plataforma. Aunque no lo consiguieron…

Al final lo fundamental es el contenido (de calidad), que es lo único definitivo. Que se lo pregunten a los mismísimos de Google/Youtube que han mordido el polvo y ya anuncian que emitirán películas íntegras de Sony, Lionsgate y MGM.

Muchos han vivido demasiado bien gracias al contenido de otros, quizás va siendo hora que el productor del contenido –entendida como la unidad básica de valor- diga algo al respecto… Confío en que los fenómenos de desagregación y fragmentación devuelvan ese protagonismo al contenido. Aunque por encima de todo y por el bien de todos, que lo hagan simple y fácil ¿es mucho pedir un único mando a distancia y acceso a cualquier tipo de contenido?

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