Parece que Michael O´Leary, consejero delegado de Ryanair y showman profesional, se ha propuesto competir por el protagonismo informativo internacional.

La amenaza de anular todos aquellos billetes que no hayan sido adquiridos directamente por los canales directos que la compañía facilita, suena a bravuconada. Todavía no se tiene constancia que la compañía haya anulado billetes o rechazado a viajeros. Pero ellos ya se han preocupado de transmitir masivamente su amenaza.

Personalmente me importa poco, quizás porque contrariamente al resto de los mortales, intento viajar lo menos posible en agosto. Lo digo así, tranquilamente, porque si me encontrara entre alguno de los “afortunados” clientes que ha adquirido un vuelo con esa línea aérea y estuviera pendiente de si poder iniciar mis vacaciones … o si podré regresar de ellas, además de una pesadilla sería una jugada difícil de perdonar.

Los de Ryanair quizás consigan algún día tener la exclusiva en la comercialización de sus billetes y puentear a todos los intermediarios posibles de Internet, pero como player de Internet, Ryanair tendría que saber que si “torturas” a tus clientes, éstos no se va a estar dócilmente callados…

Es seguro que Ryanair puede seguir con sus notorias campañas de comunicación, así como limitar la comercialización de sus billetes en los canales que a ellos les plazcan, allá ellos con su estrategia de comercialización. Puede que de esta forma consigan mejorar sus márgenes de beneficios, tan erosionados por el petróleo y por la dureza de la competencia. O puede que consigan el efecto contrario, convencer de las bondades de otros medios de transporte, como el tren.

Aunque parece difícil teniendo aliados como Renfe. Al menos eso es lo que se desprende de su manifiesta incapacidad. Leo en la prensa, que en los trenes convencionales (Renfe) con salida desde Barcelona (estación de Sants), han puesto estos días el cartel de completo. Esto es, al 100%, sin ninguna plaza libre.

Uno se pregunta si ha sido un error de planificación, de mala previsión de la demanda o del esfuerzo de las líneas aéreas low-cost. Parece que la respuesta es más sencilla. Fuentes de la misma compañía argumentan que “sólo pueden incrementar un 20% la oferta porque no tiene más trenes”. Así de simple.

Feliz mes de agosto.

Post relacionados: