¿Realidad o ficción publicitaria? Aunque pueda parecerlo, este anuncio no es ficticio. Se publicó en La Vanguardia el pasado domingo.

El impacto es evidente (el «ahorcado» lleva un cartelito colgando de constructor), aunque la credibilidad de alguien que apela a la venta con semejante mensaje, con este estilo, es como para pensárselo, y mucho.

La duda que queda por resolver es si el “anuncio” fue perpetrado en soledad por el anunciante, o tuvo la inestimable ayuda de algún profesional ¿Respuesta? El anuncio…!va firmado!

¿Quién está más desesperado? ¿El anunciante por vender sus siniestros apartamentos? O la agencia por tener su momento gloria?

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