Todavía sigo disfrutando la revista Audi Magazine. Le empecé a recibir hace ochos años, como propietario de un vehículo de la marca alemana y muchos años después de dejar de ser cliente sigo recibiendo puntualmente un ejemplar cuatrimestral de esta cuidada publicación en papel.

Habría que preguntarse por qué Audi no es capaz de detectar que ya hace años que no soy cliente. En fin, cosas que pasan en los planes de –supuestamente- fidelización.

A lo que iba. Siempre le echo una ojeada. En el presente número me han llamado la atención el artículo sobre el próximo estreno de Iron Man (se estrena en España el próximo 30 de abril). Un superhéroe de los cómics Marvel que confía en el estilo, la tecnología y la seguridad del superdeportivo Audi R8 (sólo apto para bolsillos acaudalados).

Otra enorme operación de product placement. Que seguro le reportará a la marca enormes réditos, como ya demostró con otras producciones cinematográficas (p.e. Yo Robot).

Se imponen estrategia publicitarias alternativas al spot de 20” y a la página de prensa. La comunicación publicitaria se fusiona cada vez más con toda la información y entretenimiento, haciéndose prácticamente imposible diferenciar donde empieza la comunicación publicitaria y donde empieza el entretenimiento.

Esta hibridación es cada vez más compleja de clasificar, pero –por lo general- es bien recibida por el público. La razón hay que buscarla en que se percibe como menos agresiva y sobre todo menos molesta al no interrumpir la experiencia de ocio (ver la película) y se valoriza mucho más al ser contextualizada en un entorno de mayor atractivo.

Si se integra correctamente en la narrativa, puede y debe aportar un valor añadido y puede llegar a ser dotado, de un protagonismo relevante en el devenir de la trama.

Otra historia es quedar prisionero de los requerimientos publicitarios, forzando el guión y las escenas en exceso, convirtiéndose en un spot de 90 minutos…. de muy difícil digestión.

Un difícil equilibrio, lo que aún otorga más méritos a aquellos profesionales de la comunicación y del entretenimiento que lo resuelven con acierto.

Quizás algún día, si sigue creciendo el fenómeno freenomics (todo gratis) quizás esas producciones se financiarán mayoritariamente por los ingresos de su explotación publicitaria, especialmente por el product placement

¿Estará muy lejos ese día?

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