Para los que no somos tecnólogos, asistir a un par de reuniones en una misma semana, en las que se habla a fondo sobre web semántica (que algunos asocian con más o menos acierto a la web 3.0) es un hecho destacable. Aunque cierto es que con intenciones muy distintas, el hecho relevante es que algo empieza a suceder.

Vayamos por partes. Definiéndola de forma simple, vendría a ser una evolución de la web actual que al dotarla de más significado -de ahí lo de semántica- es mucho más fácil y rápido encontrar información, porque lo puede ser procesada por máquinas, sean ordenadores personales o cualquier otro dispositivo conectado a Internet, sin mediar personas.

Esto es, la web semántica está pensada para que los servidores web comprendan el contenido de la información que almacenan, sin importar si es sonido, texto o imágenes.

Las aplicaciones de la web semántica son (serán) numerosas, más teniendo en cuenta que estamos en una fase muy embrionaria. Las más evidentes son las búsquedas.

Supone una mejora evidente respecto a las búsquedas tradicionales. Permiten buscar no sólo por ocurrencia de ciertas palabras claves, sino también atendiendo al significado (semántica) de dichas palabras clave en un contexto determinado.

El ejemplo habitual es “busco un lugar para pasar las vacaciones con mi mujer y mis dos hijos de 7 y 3 años, que sea cálido y con un presupuesto máximo de 2500 euros”. El sistema devolvería un paquete de vacaciones tan detallado como los que vende una agencia de viajes pero sin la necesidad de que el usuario pase horas y horas localizando ofertas en Internet”

Derivado de lo anterior, podemos imaginarnos que orientando adecuadamente esa capacidad de búsqueda más inteligente, podría ser tremendamente interesante enfocada a productos o marcas. Si categorizamos con criterio la información devuelta por el sistema inteligente, también podríamos seguir la evolución de los competidores (p.e. seguimiento de ofertas en el sector turístico).

El resultado final tiene un claro impacto en la experiencia de usuario, tanto particular como empresa, en términos de facilidad, rapidez y también de calidad.

¿Tardará mucho en desplegarse? Diría que no. Ya hay proyectos, pruebas y aplicaciones reales basadas en esta tecnología. Algo imprescindible para que la web semántica avance.

Un ejemplo reciente lo tenemos con el lanzamiento de La lista Wip “Los Personajes más famosos de la Red” (¿signifca que Red y Realidad no es equivalente?).

Este servicio es una interesante mezcla entre ‘bots’ usando inteligencia semántica y el ego-surfing. El resultado final permite documentar diariamente cientos de miles de personajes, permitiendo medir o evaluar la popularidad de personajes…!marcas en definitiva!

Viéndolo, imagino que su aplicación emrpesarial al marketing no está muy lejana…Y, ¿por qué no? La aplicación en un futuro al seguimiento de la popularidad y reputación del resto de mortales

Habrá que seguirlo de cerca…

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