Uno de los aspectos más negativos en mi vuelta al lado interactivo, ha sido comprobar que los precios a que se continúan cotizando determinado tipo de proyectos avanzados en la Red, están por debajo del coste real. Sorprendente.

Evidentemente no hablo de “hacer webs al peso”. Ni tan siquiera a las “webs_creativas_flash_muy_monas”. Me refiero a proyectos que trabajan. Que requieren un trabajo de investigación previo. De un ejercicio de estrategia. De un trabajo exquisito de arquitectura y usabilidad o de un ajuste fino de métricas. Y ya no digamos si exigen un buen desarrollo e integración con los sistemas del cliente, etc.

Decepciona ver que con demasiada frecuencia, animosas compañías dedicadas con mayor o menor fortuna a este negocio, tirando los precios. O peor aún, entrando en una subasta que clientes espabilados, aprovechan en beneficio propio.

Luego pasa lo inevitable… Por eso mismo creo que ya somos mayorcitos para recordar cuan dolorosa y duradera es la penitencia de algunos proyectos cuando se eternizan.

La gran diferencia respecto a la tarificación de otros servicios publicitarios, por ejemplo del mundo de la publicidad, es que las inversiones y los márgenes son –habitualmente- más elevados, es one-shot y una vez lanzada la campañita se olvidan del asunto.

A pesar que los publicitarios me llamen interactivo y los interactivos me llamen publicitario… corroboro que se sigue valorando poco el trabajo en la Red. Las tarifas deberían subir y equipararse al mundo real ¿Será un problema de madurez?

Nosotros lo tenemos claro. El primer acierto fue salirnos de los proyectos exclusivos de comunicación, para pasarnos claramente a un enfoque mucho más transaccional o de conversión. Más riguroso y exigente. Quizás no trabajamos con todas las compañías que nos gustarían, pero sí que nos permitimos rechazar determinados proyectos.

Estamos convencidos y valoramos nuestro propio trabajo, ¿A qué esperamos? No seamos tan inocentes. No nos escondamos bajo la supuesta inmadurez de la industria. Se puede ganar dinero haciendo bien las cosas, tanto en el lado de la empresa de servicios, como en el lado cliente. Pero por favor, no estropeemos más el sector.

Si todos tenemos claro que una mejor praxis, redundará en una mayor eficacia y crecimiento de la inversión en canales interactivos, ¿Por qué persistir en ese miedismo comercial?

Alguien podrá acusarme de hipocresía. Créeme si te digo que lo segundo o tercero que habré hecho al incorporarme a Multiplica ha sido actualizar nuestras tarifas…

¿Verdad que nuestros profesionales desean cobrar lo que se merecen?…pues no queda más alternativa que trasladar parte de ese coste a los clientes que son los que luego notan la diferencia entre un buen profesional y otro que no lo es. Los buenos profesionales valen el valor que aportan.

Eso se paga. A cambio el cliente exige eficacia. Por eso invertimos mucha energía y recursos en formar a profesionales, en investigar nuevas prácticas, técnicas y tecnologías… ¿Acaso eso no tiene un precio?

¿O es que tenemos miedo a que se nos acabe un sector y un mercado todavía en pañales? ¡Ridículo!

Evidentemente cada uno compite como lo viene en gana. Pero estaría bien ni engañar al cliente, dando gato por liebre, ni plegarse siempre a sus exigencias. Sólo es por el bien de la industria, de lo contrario todos salimos perjudicados.

Por eso, te lo creas o no, prefiero competidores duros, buenos,…incluso objetivamente mejores que nosotros. Eso educa al mercado y nos estimula.

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