Sé que no es ninguna novedad señalar la transformación que está sufriendo la industria publicitaria en general. Lo cierto es que hay un goteo de acontecimientos a nuestro alrededor que hacen necesaria un reflexión en voz alta…

Vía Adweek me entero que Dr Pepper (marca de refrescos de Cadbury Schweppes) cuando quiso dar a conocer su nuevo producto, no llamó a su agencia de publicidad habitual (Young & Rubicam), sino que contrató a True Entertainment, una productora de Nueva York.

Esta productora ha creado un un viral (grabado en su sólo día) para promocionar Cherry Chocolate Diet Dr Pepper. La campaña ha sido un éxito. Alcanzando un –nada despreciable- millón de visitas cinco días después.…

Mucho más próximo, hace pocos días Freixenet estrenó en Internet su anuncio navideño dirigido por Martin Scorsese. La marca de cava había decidido dar un giro de 180 grados a su tradicional anuncio navideño.
Así del tradicional «Freixenet les desea felices fiestas» pronunciado por algún actor o personaje de actualidad al rodaje de una auténtica pieza cinematográfica de las manos de Martin Scorsese, que poco tiene que ver con la publicidad tradicional.

Pero el experimento de Freixenet en Internet no para aquí, e invita a los internautas a proponer un nuevo director para que dirija el corto del próximo año. Todo un ejercicio de publicidad 2.0. ¡Intrusismo! Clamarán algunos…

La desaparición de fronteras entre anunciantes, marcas y agencias es un tema de actualidad en la industria publicitaria. Hay bastante incertidumbre porque nadie sabe con certeza hacia dónde apunta el futuro.

Pero mientras, anuncios como el de Dell uniéndose a WPP para crear una agencia de publicidad, o la noticia en su día que Coca Cola creaba su propia productora audiovisual (en principio no para la realización de sus anuncios aunque no lo descartaban en un futuro) añaden un plus de complejidad al asunto.

Se abre mucho el terreno de juego de lo que será el futuro de la publicidad, el entretenimiento, las marcas, los anunciantes y las agencias. ¿Acabará siendo habitual que los anunciantes contraten productoras de entretenimiento? ¿Dónde está la frontera? ¿Creará tendencia?

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