A raíz de la emisión del documental !Copiad Malditos!, interesante documental emitido por TVE sobre los nuevos retos éticos y morales sobre la propiedad intelectual que plantea la revolución digital, pudo verse el grado de polarización de algunas de las partes del conflicto.

Intentando hacer una mirada lo más objetiva y desapasionada posible, tengo la impresión que cada vez hay más usuarios fuera del sistema que dentro. Eso supone un grave problema para la actual industria de contenidos (música, audiovisual,..) y su futuro.

En un momento de profusión de dispositivos y pantallas que multiplican el consumo de contenidos, gran parte de la industria ha jugado la carta de retrasar al máximo los cambios en su tradicional modelo de negocio. Esa lógica, criticable o no, jugaba a proteger sus intereses económicos. Pero lo han llevado demasiado lejos. Oyendo las intervenciones del Director General de la SGAE (Enrique Loras), se me removió el estómago. Trataba a los internautas de delincuentes (está lleno de pedófilos), de poner límites a la Red, etc.

La industria audiovisual tiene que evolucionar rápidamente. Por más que su lobby presione a los diferentes gobiernos. Por más que consiga mantener o introducir una legislación más favorable a sus intereses. La voz de la industria, de las entidades de gestión, tiene que dejar de ser (¿parecer?) tan casposa, fundamentalista y siniestra. La industria haría bien en dar un paso al frente. Filmin es un buen ejemplo.

Por más bufetes de abogados que contraten, es una lucha perdida de antemano. Sólo aplazan su reconversión. Mientras creen que ganan tiempo, en realidad lo están perdiendo.

Ahora mismo, el tiempo juega en su contra porque corren dos riesgos importantes. El primero es que se han enquistado las posturas de los usuarios y los tienen más alejados que nunca. Conviene recordar que los usuarios ya consumen los contenidos. El segundo riesgo es que saldrán nuevos jugadores que entienden/entenderán las nuevas reglas de juego, y con menos prejuicios, harán un gran negocio con la nueva creación y nueva distribución de contenidos.

En España no es que se haya convertido la “piratería” en algo cool, es que han convertido la lucha contra el canon digital, la SGAE o la ley Sinde, en una cuestión ideológica. Enhorabuena. Mientras, en otros lugares del mundo, demuestran donde está la prioridad (Holanda anula el canon digital para fomentar la creatividad). ¿Aprenderemos?

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