A continuación reproduzco literalmente, el artículo escrito por Manel Torrejón “La muerte del prime time” sobre Nikodemo.tv y publicado hoy en El Periódico.

Un personaje que gustó a los internautas con vena gamberra ha dado pie a una televisión por internet que, con 700.000 visitantes en diciembre, ya roba pastel publicitario a las teles Nikodemo.tv genera la mitad de los ingresos con la publicidad. El resto viene de la venta de los contenidos que son de pago, del merchandising y de concursos vía móvil. Como el canal americano HBO, que da abrigo a series de argumentos controvertidos, dan cobijo a historias (animadas o no) que nunca veríamos en las teles generalistas.

¿Qué relación guarda con el futuro de la publicidad un personaje animado que en el pasado hizo las humildes labores de asistente virtual (wizard) en una tienda online de tecnología? Mucha. Cálico Electrónico, un antihéroe gordinflón que batió récords de popularidad entre los internautas de vena gamberra, gustó tanto que dio el salto a serie de animación. Para que el wizard se convirtiese en protagonista de una serie hizo falta el empuje de los diseñadores padres de la criatura, Niko –ese nombre reza en su tarjeta de presentación– (36 años) y Raúl Escolano (32). La serie cosechó aplausos y los autores dieron el siguiente paso: ir a las grandes teles para vender capítulos. Pero a mitad de este año se rindieron, porque ni los canales tienen dinero, ni se sienten cómodos con un producto que se inspira en la saga de creadores irreverentes que nació en los 90 con Beavis and Butthead, siguió con SouthPark y hoy es representado por Padre de familia, entre otros.


«Decidimos que la televisión nos la íbamos a crear nosotros mismos, en internet, con la vista puesta en una audiencia de entre 15 y 30 años», dice
Albert Garcia Pujadas (42 años), director general de la compañía. En noviembre, en el salón de contenidos digitales Ficod, presentaron en sociedad Nikodemo.tv, que atesora episodios de Cálico Electrónico, de spin offs con origen en esa serie –como Los niños mutantes de San Ildefonso– y de creaciones de terceros que compartiesen esa visión de la vida alejada de la glucosa de Disney y de la hipermusculación de Marvel. La idea de crearse una tele a su medida ha triunfado. Cerrarán este mes de diciembre con 700.000 visitantes únicos –en términos de audiencia hay que ajustarlo, porque quien se conecta desde casa y desde el trabajo cuenta como dos personas–, un público que ha atraído a anunciantes de primera división como Coca-Cola, Telefónica, Vodafone, L’Oréal, Redbull, SonyPictures, Warner Bros e Intel. Media Planning Group, la multinacional de planificación publicitaria, cuenta con Nikodemo.tv para diseñar las campañas a sus clientes. Desde septiembre, Media Planning planifica de forma conjunta televisión y video online de calidad, lo que muestra la pérdida de peso de la televisión y el creciente auge del video de internet.


La tendencia de fondo
es propicia. La tele generalista es una sombra de lo que fue. No es extraño que los más jóvenes se pasen días enteros sin ver un solo minuto de televisión, y se enganchen en cambio a internet y al hábito de ver contenidos bajo demanda (ya sean películas pirateadas o legales). Una generación playlist (lista de reproducción) con unas fronteras laxas: «Yo tengo 42 años», dice Garcia Pujadas, «y ya hace tiempo que no soporto una peli o una serie con anuncios».


Nikodemo.tv cuenta con 10 canales, «y por canal debemos entender una web con contenidos de vídeo propios, con personalidad propia y que tiene su propia comunidad de fans». A efectos de OJD, que es el árbitro de las audiencias, hace una explotación publicitaria conjunta de las webs de terceros que integra, entre las que destaca
Malviviendo.com, sobre unos colegas en un barrio ficticio de Sevilla, con el aderezo de su afición al cannabis.


Las grandes teles ya están explorando el nuevo medio. «Pero partimos con ventaja porque al ser una empresa nativa digital estamos habituados a la economía de guerra de internet. Ahí vives por tus propios méritos, no gracias a concesiones administrativas ni a favores políticos», dice en referencia al reparto del radioespectro que hacen los gobiernos.

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