No voy a convertir este post en un panegírico de Barcelona. Los catalanes/barceloneses transitamos en un suspiro, del elogio autocomplaciente a la contumaz crítica. Somos así.

En ocasiones tienen que venir de fuera para convencernos de lo bien que hacemos las cosas y elevar nuestra autoestima. Evitaré los tópicos al uso, pero diría sin temor a equivocarme demasiado, que nos sentimos incomprendidos y respetados con igual intensidad.

La publicación del Estudio mundial sobre Calidad de Vida 2009, elaborado por la consultora Mercer, y realizado en 215 ciudades del mundo analiza 39 factores relacionados con el entorno político, social, cultural, económico, sanitarios, educativos, dotaciones públicas, transporte, ocio, bienes de consumo, vivienda y el medio ambiente, indica que Viena (Austria) sería la ciudad en la que mejor se vida, seguida por las suizas Zurich y Ginebra. Vancouver (Canadá) y Auckland (Nueva Zelanda) estarían empatadas en la cuarta posición.

La publicación de este estudio, me ha hecho reflexionar sobre la cuestión. He realizado un rápido rastreo entre diferentes publicaciones, quedándome con algunos titulares, por ejemplo el empleado por el diario ADN para referirse a la noticia: “Madrid baja al puesto 48 en la clasificación mundial de ciudades por calidad de vida”.

El titular de Expansión tampoco tiene desperdicio: “Madrid y Barcelona, entre las 50 ciudades con mayor calidad de vida”. Casualmente sitúan a Madrid por delante de Barcelona en el titular, cuando en realidad en el ranking -según el estudio- no es así. Un titular cuya lectura puede llevar algún equívoco. ¿O será que tengo la piel muy fina?

La cuestión no es baladí. Contrastando con un tercer periódico, en este caso La Vanguardia, su titular es “Barcelona, entre las 50 ciudades del mundo con mejor calidad de vida”. Mientras que el subtítulo es de la siguiente guisa: “La ciudad condal ocupa la posición número 42 del estudio realizado por la consultora Mercer mientras que Madrid cae del lugar 43 al 48

Casualidades o no, esta anécdota en forma de titulares, acaso sea una buena metáfora de la coexistencia pacífica entre ambas urbes. Aunque en Barcelona tenemos un punto difícil de igualar….Vía Oriol Lladó me llega que el artículo del New York Times36 hores in Barcelona” se encuentra entre los ‘most popular – emailed’ desde su publicación anteayer…. Un artículo, cuya lectura, de alguna forma me evocaba a la oscarizada película “Vicky Cristina Barcelona” ¿Más diferencias?

Si es que en el fondo, el “lamenting” (practica habitual del lamento), es una costumbre barcelonesa estereotipada que también diferencia. En verdad, estamos demasiado acostumbrados a coleccionar elogios y galardones. El último para el mismísimo aeropuerto de El Prat, elegido mejor aeropuerto de carga por Air Cargo News.

Ahora sólo falta que el Barça gane la liga de hockey sobre patines y la dicha será completa.

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