World Builder es un interesante y premiado corto de Bruce Branit que me llega gracias a Joan Batet.

De una belleza tremenda, de gran calidad técnica y de una esmerada elaboración. Son muy destacables el tratamiento de los objetos y los espacios tridimensionales.

Cuentan que la grabación fue hecha sólo en un día, mientras que la post-producción duró nada más y nada menos que dos años.

Se trata de un video-arte que recrea un mundo “holográfico, traslúcido, frágil y cristalino”. En una historia deliciosa contada con una calculada ambigüedad. Para reflexionar sobre la fragilidad y lo efímero, pero también sobre la belleza del instante.

Recomendable llegar hasta el final. No deja indiferente. Disfrútalo.

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