Ayer tuve la ocasión de volver asistir a la cita del Cava & Twitts. En esta ocasión dedicado a Blogs y Marcas, tema sugerente y atractivo que cumplió las expectativas.

De los ponentes sólo sabía de Eduard Corral, socio fundador de Bloguzz y experto en Social Media. El otro ponente, Sven Mulfinger, Director General trnd España y Community Manager, no lo conocía. Algo que demuestra la habilidad y el buen criterio de los organizadores.

Se discutió y reflexionó largamente sobre el lado ético del asunto. Aspecto relevante pero que demuestra la bisoñez de la blogosfera. Andamos cuestionándonos los límites éticos de los bloggers y a mi me sigue pareciendo un ámbito mayoritariamente sano.

El blogger (y me incluyo) no es un asceta ni un santo. Somos influenciables, tenemos amigos y tenemos un criterio, que puede estar equivocado o no. Eso de poner a los blogs bajo un mantra de pureza, verdad absoluta y 100% autenticidad me parece una ingenuidad. Esencialmente porque eso nunca ha existido, ni existirá.

Como se encargó de puntualizar en una intervención Eva Snaijders, sospechamos de la integridad y la autenticidad del blogger, cuando desde siempre hemos transigido con los intereses comerciales de los medios de comunicación, sean en formato papel, radio, televisión o web… y las tácticas influenciadoras hacia sus periodistas.

Otra de las intervenciones más relevantes del evento la hizo Nico Bour. Cuestionó el protagonismo de los blogs en la conversación de los social media. Nico apuntó -con razón- que gran parte de esa conversación se está trasladando a las redes sociales o a otras aplicaciones sociales (p.e. Twitter). Un hecho importante que está mermando el protagonismo a los bloggers y creando un serio problema…a las marcas.

Reflexión interesante que viene a demostrar la permanente mutación de la marca. De la marca como centro de gravedad de todo, y por tanto relativamente fácil de gestionar por los “talibanes” de la misma, al big bang de la web 2.0. Nuestra sociedad sigue explosionando, moviéndonos hacia una marca más abierta, cuya único posible rol será la de ser facilitadora. Al tiempo.

Una posición incómoda para los marketers. Toma más fuerza la rápida transición de la voz única de la marca, a una especie de banda de jazz. Donde la “música de la marca” o “conversación” es incontrolable y los puntos de contacto de la marca (oficiales o no) son infinitos. Se crean, se destruyen y se multiplican en continua evolución, conformando ese “ecosistema de conversación” en el que ahora fluyen y suenan con más fuerza las voces y notas generadas por los usuarios pero desde otras aplicaciones…

Confirmándose que esa sociedad red, tan líquida como la explica Zygmunt Bauman, los bloggers sólo son unos actores más, compartiendo protagonismo dentro de esa compleja trama.

A pesar de todo, aunque la intensidad de las conversaciones se traslade al mar abierto de las redes o las grandes aplicaciones sociales, sigue siendo necesario el espacio de expresión individual y menos ruidosa de un blog. Aunque sólo sea para compartir susurros. En la intimidad. Eso sí, con permiso del tráfico de San Google y del engage con nuestro círculo más próximo.

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