La situación actual está sirviendo para que los que sólo lo decían en privado, ahora lo comenten sin rubor en público. Leo con sorpresa las palabras de Javier Godó, editor de La Vanguardia, que pronunció en celebración de los 30 años de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) en la que -literalmente- reclama ayudas a la prensa para garantizar su función democrática.

Según las palabras del editor: “La prensa es una parte esencial del sistema democrático, y por ello, en una situación de grave crisis como la actual, los gobiernos deben realizar un esfuerzo para ayudar a los diarios a cumplir con su misión, ya que constituyen un sector que el Ejecutivo debe defender, proteger y salvaguardar”.

Esto significa, simple y llanamente, que además de los conglomerados mediáticos públicos, sean estatales, autonómicos o incluso locales, ahora hay que mantener por “interés democrático” a otros medios de comunicación. En realidad sólo piden un generoso incremento, porque muchos de ellos ya reciben, desde tiempos inmemorables, su ración de subvenciones.

Con idéntico tono se expresó el consejero delegado del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, “instando al Gobierno afrontar con seriedad los problemas esenciales para sobrevivir a causa de la mala temporada, para que les garanticen a con su actuación que ‘los medios serios y respetables puedan sobrevivir”.

Me gusta lo de “serios” y “respetables”, y con qué habilidad los monopoliza. Se ve que desde la AEDE se han hecho los deberes. Tarde, desde luego, ahora que el efecto erosionador de Internet es imparable.

La constante caída de ventas y de difusión, unido a la espectacular caída de los ingresos publicitarios pinta un panorama sombrío y dejan las vergüenzas al aire. La realidad es que nos han hecho sus deberes, mantienen unas cabeceras con un modelo de negocio insostenible, pero ahora reclaman el favor del gobierno “para seguir siendo el bastión de la sociedad democrática”.

La verdad es que me debo haber pedido algo por el camino. No soy capaz de entender la “higiene democrática” que cabe esperar de unos medios de comunicación que son sostenidos por un gobierno al que luego tienen que vigilar y criticar. Dudo que puedan morder la mano que les paga.

En verdad tengo la solución, indolora, fácil y rápida ¿Por qué no nos convertimos todos en funcionarios y nacionalizamos los medios de comunicación? Así el paro se acabaría, los medios de comunicación 1.0 seguirían siendo garantes de la democracia, el gobierno de turno se perpetuaría y problema solucionado.

Disculpa por el sarcasmo, pero al margen de que el actual gobierno se está gastando lo que tiene y lo que tiene ¿abrimos la veda y cualquiera que apele a su condición de generador de opinión pública y defensor de la democracia puede poner la mano? Ya me estoy imaginando algunos bloggers de contrastada capacidad de influencia, cortando carreteras y quemando neumáticos, para reclamar ayudas a su “labor democrática”

Lo dicho, ¿Es indispensable esta prensa que todavía sigue defendiendo el patrón 1.0? Por coherencia, sería de agradecer que los que viven en ese mundo, no nos exigieran a los que aspiramos vivir en un mundo cada vez más 2.0, generosidad con nuestros impuestos.

¿Quién será el siguiente?

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