Cuando he leído el titular de La Vanguardia “Vivimos en la Edad Media de la era digital” me he lanzado a leerlo. Reconozco que me llevado una decepción. Las declaraciones eran del director de cine Bigas Luna. No pueden dejar indiferentes: «vivimos en la Edad Media de la era digital», ya que los creadores audiovisuales son «explotados» por los operadores de telefonía móvil, «grandes señores feudales que ganan dinero con sus creaciones».

Con todos mis respetos hacia el talento del director de cine, pero sus declaraciones suenan a la típica letanía. ¿Hay explotación? ¿Acaso estás obligado a suministrar contenidos a una operadora determinada? A ver si nos aclaramos. No nos quejamos del poder multiplicador y difusor de la red, pero en cambio esperamos que las operadoras pasen por caja. ¿No es una posición un poco hipócrita?

Vivir de la creación de contenidos no es fácil. Lo primero es hacerse a la idea, que todo los que se puede copiar (gratis), seguro que será copiado. Aceptemos que es duro competir, y acto seguido pensemos en formas diferentes y alternativas de entregarlo a nuestro público.

La creatividad hay que aplicarla no sólo a la creación de contenidos. También toca innovar en el modelo de negocio. Adaptarse a los nuevos modelos…, si se quiere vivir de ello. Intentar aplicar las viejas normas o pensar en “una financiación automática» por la que las compañías compartirían parte de los beneficios que están logrando con la banda ancha, sólo lleva a la desesperación. Es una demanda utópica y una queja estéril.

Es un poco ingenuo esperar que los contenidos de acceso libre, sean subvencionados por las operadoras, para financiar a los creadores de contenidos.

Problema de masa crítica no es. Sólo en el mercado español alcanzamos los 8,15 millones de líneas de banda ancha que representa el 18% de la población española (el incremento interanual está en un +20%) y que ya tenemos 50 millones de terminales móviles (+7%) con 109,7 líneas de telefonía móvil por cada… 100 habitantes.

Quizás ya va siendo hora que el contenido se diseñe para ser en abierto, sin dependencia de reglas jurídicas obsoletas y superando un sentido de la propiedad que estaba más acorde con la era industrial.

La psicología de Internet es la que es. Para aprovechar las oportunidades que nos brinda, primero habrá que pensar y formularlo en términos que transformen esa propuesta de valor en algo “mejor que gratis” como accesible, inmediato, auténtico, encontrable, patrocinable… ¿te suena?

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