Acabo de regresar de Madrid. He estado dos días fuera liado con alguna reunión (muy interesante), sobre la que espero contar algo en unas semanas…

Pero no iba a hablar de esto. Sólo quería contar una anécdota personal. De aquellas casualidades de la vida que te dibujan un pequeña sonrisa en la cara.

He viajado en el Puente Aéreo. De hecho, siempre suelo hacerlo. Por muchas razones y motivos. Hoy además, he constatado algo trivial al igual que las últimas ocasiones, el avión sólo con la mitad de plazas ocupadas… ¿Efecto AVE?

Cuando volaba de regreso, pensaba que hoy sería de los últimos vuelos con el Puente Aéreo. ¿La razón? En Multiplica Madrid acabamos de mudarnos de oficina (c/San Agustín, en el Barrio de las Letras), cerca de la estación de Atocha. Esta claro, la opción del AVE parece la más sensata y cómoda.

La anécdota es que cuando he llegado a casa, he recogido el correo postal… Ahí estaba un sobre grueso –blanco y dorado- de Iberia Plus.

¡Qué sorpresa! se trataba de la tarjeta Iberia Plus Oro. No era consciente de que estaba a punto de alcanzar esa categoría.

O ¿Acaso ha sido el AVE quien me ha traído el oro?

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