Como contaban Rohit Bhargava o Ismael El-Qudsi en sus respectivos blogs, los blogs son sobre todo ego. Sí, quizás pueda sorprender esa afirmación. Sin embargo –como dice Bhargava- aquí se produce la mayor asunción errónea acerca de ego: tener un ego no es lo mismo que ser egoísta.

El ego en sí mismo no malo. Aunque coloquialmente nos referimos a ego como “soberbia o amor propio excesivo”, la realidad es que es un hecho natural, que forma parte de nuestra personalidad y lo llevamos incorporado toda la vida, al menos mientras vivamos en sociedad.

Es malo cuando éste es el centro de toda conducta (egocentrismo), donde todo se refiere a él o cuando el yo (ego) se encuentra muy desdibujado, tan débil que puede llegar a ser un problema.

¿A qué viene todo esto? A que uno de los detalles más interesantes (y diría que sorprendentes) de Multiplica es la actitud bloguera de la compañía. Hay un blog oficial (diario de viaje), hay varios blogs personales, que se entremezclan permanentemente. Y además, no sólo publicamos, sino contamos lo que leemos (En un plis plas).

Algo parecido sucede con Nikodemo. De ahí la iniciativa todavía incipiente de iniciar hace unos pocos meses un blog de la compañía.

Pero si el equipo bloguea ¿eso convierte a la compañía en egoísta?

Estaremos de acuerdo en que no. Al menos no en los casos que me ocupan. Nos interesa mostrarnos tal como somos, opinamos y nos mojamos, queremos interactuar y construir relaciones con proximidad, y nos apasiona compartir el conocimiento con los demás y mejorar.

Entiendo (entendemos) esta actitud como algo básico en nuestra actividad. Sólo apta, y lo digo con toda la humildad y realismo posible, para gente con talento -mayor o menor- pero con talento. También con criterio y con personalidad.

Esto contrasta con otros casos cercanos. Me refiero a numerosas organizaciones donde el director de general –todavía- no sabe que es un blog.

También en aquellas empresas donde, para empezar, está casi mal visto que el director general tenga su blog (“¿es que no tiene trabajo?”)

Pero no hablo sólo del director general, también podríamos hacer la reflexión todavía más importante, mirando al resto de la organización.

No se trata que el equipo se pase el día blogueando, pero tampoco prohibirlo. O como me explicaba un amigo empresario “Perfecto que escriban un blog,…siempre que sea fuera del horario de oficina”. Claro que también depende de la temática del blog…

Para mí, más allá de aumentar o no la visibilidad, está construir relaciones con personas. La oportunidad de expresar y compartir la conciencia propia, que algunos sienten vergüenza o lo consideran algo casi obsceno.

Como escribía hace veinte años Ramón Guardia, uno de los padres del marketing directo en España, una buena metáfora de la evolución de la comunicación entre personas tendría como escenario la ópera, un mitin político y la iglesia.

No ser la primera soprano, sino susurrar al oído en el palco (o mejor en platea). No empeñarse en aburrir con mítines para los ya convencidos, sino charlando en el bar sobre los problemas reales. En la iglesia, no hablando desde el púlpito, sino conversando en el confesionario

…aunque no sé quien confiesa a quién (sería tema para otro post) ¿de verdad piensas que una empresa que bloguea, es una empresa egoísta?

Que cada cual saque sus propias conclusiones.

Post relacionados: