El caso de Ada Colau, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, se ha convertido en trending topic mundial. Su lucha busca la paralización y la nulidad de los procesos de ejecución hipotecaria después que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea considerara que la normativa española es contraria a la legislación comunitaria. Esta es su cruzada y especialmente conseguir la dación en pago retroactivo que reclama la ILP (iniciativa legislativa popular).

Intoxicación informativa desde el poder

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, le hizo un regalo a Ada Colau, al vincular el movimiento de PAH y su portavoz a «grupos filoetarras». A raíz de la campaña de presión de la PAH en los domicilio de diputados a favor de mantener la actual política de desahucios (escraches).

Ante esta campaña pública hacia a los diputados del PP, varios de ellos han demandado a la PAH por coacciones y acoso. Rajoy también ha aportado su granito de arena, criticando los escraches y argumentando que «no es democrático ni justo que se acosen personas, que se las intimide en su casa, que se empapele su casa con fotos suyas«.

A grandes males, grandes remedios.

Reconozco que no me gusta el escraches, pero el drama de los desahucios es una pesadilla. Los números justifican una reacción poco convencional y alternativo. En un mes ha habido 10 escraches a diputados del PP pero desde 2008 ha habido casi 500.000 desahucios.

Esto fenómeno conecta perfectamente con los escraches a ex directivos de entidades bancarias que timaron y estafaron a miles de clientes con las preferentes y que ahora disfrutan de su fortuna como un noble ciudadano más. Vergüenza.

Quizás va siendo hora que los políticos asuman responsabilidades y empiecen a perder su condición de intocables.  ¿Y qué me dices de los directivos y/o consejeros de bancos o cajas quebradas que han estafado a miles de clientes o simplemente han robado con preferentes, indemnizaciones o planes de pensiones obscenos?

La ley, cuando interesa sí, cuando no interesa…

La ley va dos pasos por detrás porque la ley la redactan y la aprueban “ellos”. No nosotros. Suena a demagogia, pero la realidad es que sus comportamientos no son ni ilegales, están más bien en el limbo ético. La ley no lo arreglará porque no interesa. Se creen tan invulnerables que no han caído en la cuenta que acaban de convertir en Ada Colau y a la PAH en una causa auténtica que empieza a molestar a los poderosos. Eso gusta.

Estallido social y válvula de escape

Hay estallido social y está encontrando una válvula de escape (escraches) que le dará enorme visibilidad. Para algunos sospechosamente selectivos contra el PP (¿acaso no son los que están en el poder?). Se habla de manipulación pero a mí se me antoja que no es más que una reacción desesperada, ética y ciudadana de una sociedad que ha sido demasiado paciente (¿atontada?), demasiado tiempo.

Digo más. Den gracias a que los escraches no vayan a peor. Las personas cuando están desesperadas, hacen auténticas locuras.

Ha nacido una líder, un símbolo

Reconozco que no me habría fijado en Ada Colau, si no hubiera sido por las acusaciones de la delegada del Gobierno en Madrid. Esto es así. Ahora, si la demandan y encima la condenan, habrán “fabricado” una mártir. Los medios de comunicación, especialmente los conservadores, le están haciendo a Ada Colau y por extensión a la PAH, la campaña de su vida. De momento Ada es trending topic mundial, ya tiene un montón de portadas en la prensa escrita,  su espacio en Wikipedia y buscando en Google ya encuentras 1.170.000 resultados. Esto solo es solo el principio…

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