El pasado domingo se celebró la 22ª edición de la Mitja Marató de Barcelona. Una edición con récord de participantes con un total de 12.500 corredores inscritos. Además, la victoria del doble campeón del mundo de maratón, el keniata Abel Kirui, con el récord de la carrera parando el crono en 1:00:28h.

La carrera no empezó muy bien. La polémica se disparó cuando uno por uno, fuimos a cumplir con el ritual de recoger el dorsal para competir. La “Bolsa del corredor” habitual lote, más o menos generoso, que la organización y los patrocinadores entregan a los participantes en el momento de la recogida de dorsal. Suele incluir camiseta “técnica” y obsequios-muestra. Que van desde desodorantes, hasta crema de leche para cocinar, pasando por cremas para masajes.

En la Mitja Marató de este año, la ‘bolsa del corredor’ era austera, muy austera. Solo la camiseta y unos flyers de publicidad. “Los recortes” pensamos más de uno. La sorpresa fue la camiseta. Modelo Deefuz Essential de Kalenji, o sea de marca blanca Decathlon, que está a la venta por 5,95€ IVA incluido.

Teniendo en cuenta que la inscripción era de 19€ la más barata (antes del 30/01 y con chip amarillo) y 26€ la más cara, las reacciones no fueron muy positivas. Creo que casi nadie corre para conseguir la camiseta en cuestión, pero a nadie le gusta sentirse defraudado.

La organización de eventos deportivos es un negocio. En algunos casos incluso un buen negocio. Personalmente la prueba me pareció bien organizada (recorrido, cajones de salida, avituallamiento, llegada…incluida la medalla) por tanto, en lo básico, cumplió. Nada que objetar a RPM Racing  y A.S.O como empresas organizadoras del evento.

Por esta razón, no entiendo la torpeza del detalle de la cutre-camiseta Kalenji. Algunas sugerencias:

  • Si mantienes la apuesta por la camiseta Kalenji, enséñala en la web desde el primer momento (como hacen otras pruebas).
  • Si quieres tener un detalle con los participantes-clientes, gástate algo más de dinero en cada unidad. Las hay de preciosas y además de buena calidad.
  • Si sólo quieres darle un valor emocional a la camiseta, olvidándote de la marca, aprovecha alguna iniciativa sin ánimo de lucro y empújala. No creo que dispare mucho los costes que además de los logos, añadas algún lema-frase de esos que llegan al corazón.
  • Si creéis que el valor-recuerdo de la camiseta, haced una edición únicamente Premium, de buena calidad y quien la quiera, que la compre, como sucede en otras pruebas.

Desconozco los números del evento, pero me atrevería a decir que con 12.500 inscritos (pagando entre 19 y 26€), más el elenco de patrocinadores, los números tienen que ser buenos o muy buenos.

Otro detalle. No estaría de más repensar la estrategia de comunicación de la prueba respecto a la ciudad. Creo que es difícil encontrar una prueba con menos ambiente en las calles. Esto no se soluciona poniendo grupos de animación en la calle, hay que llegar al corazón del público para que éste se vuelque y anime.

Si los organizadores, con el Ajuntament de Barcelona como patrocinador institucional, no lo ven, tienen un problema. Es un problema de engagement. Los números fríos dicen poco, quizás deberían escuchar el sentir general. Además de poner el oído a las redes sociales hay que escuchar a pie de calle la opinión de muchos participantes. Una lástima.

Estas carreras son fruto de la afición por el running. La oferta de pruebas es cada vez mayor y más interesante. No basta con una buena organización, hay que ponerle alma y tener engagement. Los que quieran ser algo diferente o mantenerse, saben a que atenerse, los otros que sigan exprimiendo la máquina. El Ajuntament de Barcelona debería tomar nota. En tres semanas tienen una reválida con la Marató de Barcelona.

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