Estos días ando repasando el manual de cómo lanzar un proyecto en Internet. Tarea nada fácil, aunque dadas las bajas barreras de entrada, todo el mundo se atreva. Teorizar sobre las condiciones óptimas de una lanzamiento, es eso, teoría. Esa situación es utópica. Sea por la presión del entorno o las dificultades operativas, siempre hay defectos de forma o importantes obstáculos que superar.

Una de las conclusiones que saco después de tantos años, es que lo peor que puede suceder es que te “olvides” de algo. El hecho que lo sepas o lo tengas presente, no te salvaguarda de nada, pero es mejor incumplirlo porque no quieres/puedes, que porque no lo sabes…. Un error conocido no es menos error, pero siempre cabe alguna posibilidad de gestionarlo.

Como decía antes, las condiciones idóneas nunca se dan, por eso no hay que obsesionarse en exceso, porque de lo contrario nunca lanzaríamos un solo proyecto. No obstante, entre no lanzar nada y saltárselo casi todo, hay un término medio. De ahí mi lista de reflexiones. Podría ser más larga o diferente, pero esta es mi particular selección.

1) Diferenciación real. Sobresalir en un mercado de ‘me too’ es cada vez más complejo. Las ideas originales, buenas y bien ejecutadas, son escasas. Las propuestas de valor deberían ser claras y robustas

2) Nueva categoría. Que salgan muchos competidores no significa que haya nacido una nueva categoría de producto, significa que hay mucha gente que espera que se cree una nueva categoría.

3) ¿Tienes claro quiénes serán tus clientes?

4) La marca. Es una parte vital del proyecto, pero lo es más la comunidad que tienes que crear. La comunidad está en el centro y la marca alrededor, no al revés.

5) Posicionamiento claro. Una de las grandes claves que solemos practicar con gran inexactitud. Querer serlo todo, no saber qué eres o no saber qué quieres ser, suele ser el mejor camino para el desastre. El problema es que no siempre hay tanto espacio libre…

6) Superioridad de producto. La promesa no siempre es real. La diferenciación del producto tiene que ser visible, tangible. No es un mercado de futuro, es de presente. No me digas lo que será o lo que hará, dime lo es y lo que hace.

7) Time-to-market. He visto y oído teorías a favor y en contra. El problema no es tanto el cuándo, si no más bien el qué y el cómo. Si tu producto/servicio está suficientemente diferenciado y bien posicionado tendrá su oportunidad, de lo contrario, eres uno más del montón y tus posibilidades nulas.

8) Si no comunicas, no existes. Todo lo anterior sirve de poco si no lo comunicamos adecuadamente, a las personas adecuadas, en el momento oportuno.

9) Si no conviertes, mueres. Si en la primera visita no eres capaz de persuadir para que se registren, difícilmente tendrás nuevas oportunidades.

10) Beneficio a largo plazo. El beneficio tiene que ser sostenible en el tiempo, especialmente si la aplicación es de uso frecuente.

11) Construir relaciones. No se ganan clientes, se construyen relaciones con clientes. Para las relaciones dicen que es importante escuchar.

12) Dinero. ¿Ya sabes cómo vas a generar ingresos? Y a ganar dinero?

13) Actividades clave.  ¿Has identificado las actividades clave del proyecto? Los tienes bien controlados?

14) Partners. ¿Necesitas partners? Quiénes y para qué? qué les puedes ofrecer?

15) Estrategia de medios. No olvides que las batallas en internet, no se ganan en los medios ‘paid’, ni en los ‘owned’, conseguir presencia y actividad positiva en los ‘earned’ suele ser sinónimo de éxito.

16) Puntos de contacto. Cada usuario es un punto de contacto. Si en poco tiempo no eres capaz de tener apóstoles entre tus usuarios, es que hay muchas cosas que no haces bien.

17) Medir bien. Es malo no medir, pero también medirlo equivocadamente

18) Equipo. ¿Y el equipo del proyecto? No salgas de casa sin él….

Si esto es así ¿por qué lo olvidamos con tanta frecuencia?

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