¿Ahora mismo? difícil. Aunque hay algunos detalles a considerar que te pueden acercar más a ello, mientras aguardamos que la ‘TV-Conectada’ sea capaz de arañar un pedazo de la audiencia y de la inversión publicitaria que todavía se cobija en la publicidad televisiva broadcast, toca seguir (o iniciar) la travesía.

El sector audiovisual está tan profundamente tocado que nadie se corta las venas cuando se habla de ‘presupuesto low-cost’, o incluso de ‘no-presupuestos’, para webseries. Los más afortunados incluso cobran por ello. La incertidumbre en el sector es máxima. La reconversión industrial es un hecho, tanto para los que vienen del fantástico mundo del audiovisual tradicional, como para los recién llegados. Entre emporios autistas, leyes absolutistas, ‘hooligans de todo gratis por patilla’ y Ministras despistadas, el sector se arrastra, y esta vez el séptimo de caballería no acudirá. No quedan ni caballos.

La paradoja de la situación es que el consumo audiovisual sigue creciendo. Lo hace la TV broadcast y lo hace el video online. Cada vez tenemos más dispositivos para consumirlo a todas horas y en el horizonte ya se atisba la madre de todas las batallas. El sangriento envite entre poderosos para imponer su ley, sean por el lado de la tecnología (Google TV, AppleTV,..) o poderosos del contenido sin ganas de ceder un milímetro y con múltiples aproximaciones (hulu, youview,..)

Mientras esto sucede, centenares o miles de productoras buscan desesperadamente fórmulas para financiar o monetizar su creatividad y pericia en la producción.

Ojala tuviera la clave para ello. Las opciones conocidas, no es que sean malas per se, es que siguen estando inmaduras y por sí solas no son suficiente para financiar un proyecto. Con esta situación hay que adaptarse a las circunstancias.

Cuando las posibilidades de llegar a la otra orilla, dependen más de tu capacidad de resistencia, que de la fuerza explosiva o de la velocidad, hay que adaptarse. La adaptación debe ser de estrategia y estructural. Hay que moverse, evolucionar, caminar, pero con los recursos mínimos

Seamos claros, el problema no es sólo de financiación, también lo es de monetización y de modelo de negocio. Respecto a las alternativas convencionales de financiación:

  • La financiación bancaria, queda descartada sine die.
  • El capital riesgo especializado -aquí- no existe y el otro, no se atreve y mejor no lo intentes
  • Tampoco se me ocurre plantearte la subvención pública. Si ya era incomprensible antes, más lo será ahora.

Afortunadamente quedan dos alternativas más para financiar webseries, factibles pero nada sencillas.

  • El incipiente crowdfunding o compartir la financiación de un proyecto entre todas las personas que deseen apoyarlo es una alternativa en auge. Concepto muy anglosajón pero muy útil para financiar pequeños proyectos. Allí están los KickstarterIndiegogo, etc. y recientemente en España, Lanzanos. En este ámbito, todavía muy tierno, surgirán nuevas iniciativas que aportarán una perspectiva diferente y complementaria a lo existente hasta el momento…
  • Las marcas. No me refiero a la explotación publicitaria en modo display, sino como proyectos de branded entertainment. Es algo posible y probable, que va a más. Hay un doble reto que hay que abordar, mejor acompañado que sólo. El primero es la pedagogía que hay que hacer a anunciantes y a toda la industria publicitaria en general, acerca de las bondades del formato, su difusión y cómo medir el éxito. El segundo reto es tener capacidad de interlocución para acceder a los que ‘recomiendan’ y a los que ‘toman la decisión’. Procesos muy largos de madurar e imposibles de abordar con urgencias o tensiones fuertes de tesorería.

Las recomendaciones de supervivencia para las productoras de webseries son claras:

  • Prepárate para un largo viaje, pero mientras, no pierdas el tiempo….
  • Ocúpate de hacer un producto de la mayor calidad posible (no he dicho presupuesto)
  • Consigue la máxima difusión de tu trabajo en aquellos escaparates que te ofrezcan más valor, no se trata únicamente de visionados, analiza los intangibles valiosos.
  • Arrímate bien y trabaja mano a mano con ellos. Si no sabes a quien dirigirte, te doy una pista, OneMojito.

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