La recomendable lectura del artículo A virtual counter-revolution ayuda a abrir los ojos acerca de algo que nos parece normal, puede dejar de serlo.

Internet ha sido un gran unificador de personas, empresas, organizaciones online. Siempre ha habido intereses en limitar y obstaculizar esta unión. Demasiados intereses económicos y políticos ponen en peligro la neutralidad del la red.
Internet como espacio abierto, donde por primera vez una persona puede comunicarse electrónicamente con otra a nivel mundial, sin pedir permiso ni consultar a nadie. «Una nueva frontera«, dice desde The Economist.

Después de quince años de aparente neutralidad, la situación está empeorando. Porque los gobiernos están intentado reafirmar su soberanía controlando la Red. Por ejemplo India obligando a RIM controlar los emails enviados desde BlackBerry, o China,… O proveedores de servicios de comunicación intentando obstaculizar servicios de Google o de Skype.

Las empresas están construyendo su propio territorio digital. Pretenden establecer normas y controlar y controlar o limitar las conexiones a otras partes de la Internet. Y por último, a los propietarios de la red (empresas telco) les gustaría tratar diferentes tipos de tráfico de manera distinta, creando carriles más rápidos y más lentos.

La tendencia hacia sistemas cerrados es imparable. Desde Apple a Facebook, como en su día lo intentaron AOL, CompuServe… o la propia Apple y Microsoft. Pero no son los únicos, la lista de los que abogan por fragmentar y limitar la Red, es larga. Sólo hay que preguntarse porque hay el acceso capado a Hulu (desde Europa) o a Spotify (desde EEUU).

No se trata de hacer demagogía. Desde luego las cosas no son blancas o negras, y de la misma forma que se puede exigir neutralidad de la Red, debería salvaguardarse el libre mercado y la capacidad de los gobiernos para reconducir legislando situaciones que lesionan los derechos de los ciudadanos.

Tendríamos que posicionarnos y exigir a empresas, organizaciones y políticos que abogaran por esa neutralidad. Como ciudadano una Red fragmentada no me interesa, menos aún por culpa de fronteras geográficas y/o comerciales. Me interesa una Red global y sostenible. Un Internet abierto ha sido una bendición para la humanidad. Su poder transformador no sólo ha permitido a empresas y organizaciones ser más eficientes, también ha dotado capacidades increíbles al individuo.

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