La audacia suele ser de los pequeños, la creatividad muy a menudo también… Días atrás debatía con Niko y Raúl de Nikodemo sobre qué modelo de compañía queríamos de cara al futuro. La coincidencia era total. Hablábamos de estructura ligera, de tener un control exhaustivo sobre el talento de dentro de casa, de mantener el clima de trabajo, de la confianza, del ambiente distendido, del humor… conceptos opuestos a la búsqueda de sólo el tamaño.

Raúl y Niko en un ambiente distendido y de humor, han buscado, encontrado y formado a todos y cada uno de los miembros de Nikodemo. Les han transmitido la pasión por su actividad y el proyecto. Ellos hacen auténticamente cierto aquello que dijo hace muchos años el Sr.Disney: “If you can dream it, you can do it”. Esto es pasión y una de las claves de su éxito.

Es muy difícil ser creativo si no se pone el corazón en tu actividad. La imaginación es un elemento esencial, los expertos ubican esa facultad fundamentalmente en el hemisferio derecho del cerebro, que tiene una conexión muy estrecha con el sistema límbico o cerebro emocional.

Hace tiempo leí que el tamaño máximo de una compañía debería ser de máximo 30 personas. Equipos de mayor tamaño aumentan exponencialmente la complejidad de coordinación entre sus miembros y comprometen la calidad y el objetivo final.

En QuinTeam, el tamaño de la compañía (más de 40 personas) hace que las dinámicas sean diferentes. En cambio podemos vanagloriarnos de haber desarrollado un entorno de confianza. Algo que sorprende a los que se incorporan. Hay algunos síntomas claros, por ejemplo en la baja rotación del equipo, algo poco habitual en las agencias de publicidad y marketing.

Esa confianza, además de evitar la rotación, facilita arriesgarse más. Sin esa confianza, sin esa sensación de que somos apoyados y que estamos fortaleciendo la misma base que nos da seguridad, es mucho más difícil. Aunque parezca algo obvio, he vivido situaciones (en otras etapas y otras compañías) en los que sucedía lo contrario. ¡La gente estaba insegura y temía –literalmente- por su puesto! ¿Se puede ser creativo entonces?

También me gustan las mezclas (multiculturalidad y multidisciplinaridad). Hay mayor creatividad en equipos compuestos por personas que ven la realidad desde ángulos distintos. Es importante tener gente de orígenes y trayectorias diferentes. Es complejo integrarlos (cada vez menos). Generan leves conflictos de adaptación… pero son fundamentales para generar y alimentar entornos creativos.

Decididamente veo el tamaño como una ventaja competitiva para la empresa. Hay una masa crítica necesaria, pero a partir de ese punto, mejor si mantiene un tamaño controlable.

Por último y para ilustrar, una anécdota. Esta semana pasada llamé a un consejero delegado de una agencia de publicidad multinacional. Lo conozco desde hace años y tengo con él bastante confianza. El hecho es que en poco tiempo me ha fichado a dos personas importantes del equipo….

Con determinadas agencias amigas pero competidoras, hay un pacto no escrito de no robarnos a los recursos humanos…No es sólo por pura fraternidad, es no querer inflacionar el mercado. Así de claro.

Cuando medio en serio-medio en broma, le recriminé los fichajes, me respondió que lo desconocía totalmente. Que “eso” lo llevaba “recursos humanos”, y que no estaba al corriente… de “eso”.

En una empresa de servicios y de talento cuando su máximo responsable es incapaz –no de hacer la búsqueda y selección de personal- pero sí, una entrevista previa o como mínimo dar la bienvenida a una nueva incorporación y saber de dónde vienen, va mal, muy mal va. ¿Hablamos de tornillos o de gestión de personas con talento?

Con mucho sarcasmo, este consejero delegado, cerró su comentario con una bravuconada: “no te preocupes, al próximo que ficharé serás tú”.

El tamaño sí importa. Cuando más grande, más torpe y más alejado de la realidad…

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